El mundo tecnológico está por recibir uno de los anuncios más significativos que comprometerá la comunicación de millones de celulares, pues la tecnología 3G, que alguna vez fue pionera en la era de la conectividad móvil, se enfrenta a su inevitable final.
La tecnología 3G, que revolucionó la forma en que interactuamos con nuestros dispositivos móviles, está dando paso a su sucesor, el 4G y el 5G, que ofrecen velocidades de conexión más rápidas y una mayor capacidad para soportar la creciente demanda de datos en la era digital. Aunque el proceso de transición ha estado en marcha durante algunos años, la noticia de que las redes 3G serán apagadas definitivamente marca un hito importante en la evolución de la tecnología móvil.
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El cambio arrancará en las telecomunicaciones en Australia, las redes de datos y telefonía móvil 3G están listas para retirarse; el país oceánico, que fue uno de los primeros en adoptar la tecnología 3G, ahora se prepara para abrazar por completo la era del 5G y dejar atrás las limitaciones de la conectividad más antigua.
Las principales empresas de telecomunicaciones del país, Vodafone, Telstra y Optus, anunciaron sus planes para desconectar gradualmente las redes 3G en los próximos meses. Vodafone será la primera en cerrar su red 3G el 15 de diciembre, seguida de cerca por Telstra el 30 de junio de 2024 y Optus en septiembre.
Este proceso de desconexión representa un hito importante en la evolución de la tecnología móvil, ya que los usuarios se enfrentan a cambios en la forma en que se conectan y comunican.
Para aquellos que han estado utilizando dispositivos modernos en los últimos años, la transición a redes de mayor generación como el 4G y el 5G es casi transparente. Estos dispositivos ya están equipados para conectarse a las redes de próxima generación, lo que garantiza una experiencia de usuario fluida y rápida. Sin embargo, para aquellos que todavía dependen de dispositivos más antiguos, la transición puede ser un desafío, especificó el Daily Mail.
Este cambio, si bien es necesario para el progreso tecnológico, no está exento de desafíos para los usuarios. Millones de personas en todo el mundo aún dependen de dispositivos que solo son compatibles con la tecnología 3G.
Esto incluye no solo a teléfonos móviles, sino también a dispositivos IoT (Internet de las Cosas) que han estado operando en redes 3G. Muchos de estos ahora necesitarán actualizaciones o reemplazos para funcionar en las redes 4G y 5G; si bien el cambio está comprendido a Australia, esto podría ser progresivo para otras localidades y poco a poco alcanzar a México.
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