Si vives en un departamento rentado y sufre algún desperfecto o daño, lo primero que puedes pensar es que el encargado de cubrir el costo por reparaciones es el dueño o persona que te renta, pero ¿realmente es así o es el inquilino a quien le toca correr con esos gastos?
Para finales de 2021, el Informe de Coyuntura Inmobiliaria (INCOIN) mostró que el índice de alquiler de departamentos o casa subió, el cual está relacionado con varios factores, entre los que destacan la falta de acceso a un crédito hipotecario o a recursos económicos suficientes para comprar una casa (51.4%), la facilidad que tienen para mudarse dadas sus actividades (22%); mientras que un 9.7% optó por rentar debido a que es más barato pagar la mensualidad de un departamento alquilado que tener una hipoteca.
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Además de estos motivos los mexicanos también destacan los viajes como prioridad por encima de una vivienda propia y que no hay interés en adquirir una casa.
¿Quién debe pagar por los daños de un departamento rentado?
Si vives en un departamento rentado y llega a tener alguna avería o daño, la responsabilidad de pagarlos puede ser tanto del dueño o arrendador como del inquilino. Por ejemplo, si se trata de un daño oculto, como se le conoce, sería obligación del dueño del inmueble reparar los daños, los cuales pueden ser fugas de agua o gas, humedad, chapas o cerraduras, entre otros que suelen estar desde que se renta el inmueble, pero que no son visibles hasta que es habitado.
Por otro lado, si la persona que está rentando rompe algo dentro del departamento, es posible que sea él quien cubra los gastos. Sin embargo, es importante que se dialogue una situación así con el arrendatario para llegar a un acuerdo sobre el costo de los daños y con ello definir si se dieron por un mal uso de las instalaciones o si se trata de un defecto de estructura, construcción o instalación.
En este sentido es se suma importancia que antes de alquilar un departamento o casa habitación en cualquier parte de México y el mundo el inquilino lea cuidadosamente el contrato de arrendamiento. Solo así sabrá en qué situaciones tendría que correr con los gastos que exija el inmueble para su correcto funcionamiento, y por supuesto que ambas partes (arrendador y arrendatario) estén de acuerdo con las cláusulas del contrato.
Si al instalar una lavadora se afecta la tubería o alguna parte de la instalación, podría atribuirse al inquilino el daño y, en consecuencia, el gasto por reparación. Pero si hay una puerta que no cierra bien, una ventana que no abre o hay goteras en el techo, esto se atribuye directamente a la persona que renta el inmueble.
No obstante se reitera que es clave conocer bien lo que cada contrato dice para estar al tanto de las obligaciones y derechos que tiene tanto el arrendador como arrendatario, a fin de evitar confrontaciones y tener una estadía cómoda.
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