Estamos cada vez más cerca del Día de Muertos y Halloween, dos celebraciones que en México nos encantan y que son ideales para hacer maratones de películas de terror. Y aun cuando estas festividades no estén a punto de realizarse, es un hecho que a millones de mexicanos nos encanta ver historias macabras, llenas de sangre, persecuciones, personajes siniestros y situaciones angustiantes. Pero si nos generan incomodidad por lo explícito de sus escenas y guiones, ¿por qué nos gustan tanto? La ciencia tiene una explicación para esto.
Cuando vemos un filme de horror es común que nuestro cuerpo y mente experimenten cambios. Se nos enchina la piel, nuestro ritmo cardiaco se acelera, nos sudan las manos, sentimos angustia, estrés, miedo, sentimos la necesidad de taparnos los ojos ante la crueldad de las secuencias, además de pensamientos catastróficos, entre muchas otras respuestas que tiene el cuerpo.
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Y aun cuando una cinta de terror nos causa una sensación de malestar generalizada, habemos muchos que nos encanta, lo cual nos hace buscar más películas del género e incluso subir cada vez más el nivel de horror, con tramas más intensas.
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¿Por qué a la gente le gusta ver películas de terror?
Si has confesado que te fascinan las películas de terror es posible que te hayan mirado de manera rara, o incluso que te hayan catalogado como psicópata o una persona extraña. Pero nada más alejado de la realidad, pues diversas posturas científicas explican de dónde viene ese gusto por el cine de horror.
Hugo Sánchez Castillo, académico de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dice que el miedo es una respuesta de supervivencia que nos permite estar alejados de cosas o situaciones potencialmente peligrosas. Y si a la ecuación sumamos el factor incertidumbre, el catedrático explica que nos produce no solo sensaciones desagradables, sino que además nos da una respuesta de alerta que nos prepara para eventos catastróficos que pudieran presentarse en un futuro. También comenta que esa respuesta corporal de la piel erizada nos alista para una respuesta de lucha o huida.
De acuerdo con el experto, el hecho de que nos gusten tanto las películas de terror responde a que nos provocan sensaciones que no vivimos realmente, y es que aunque las experimentemos no son ocasionadas por una vivencia o situación real, ya que se trata de una proyección cinematográfica. Al estar frente a una pantalla viendo una cinta de horror sabemos que es una historia que no nos va a suceder, lo cual captamos como una especie de preparación para el momento en que vivamos situaciones similares, aunque no necesariamente tengan que pasar.
Sánchez Castillo también señala que tener un gusto especial por estas películas se debe a la sensación de poder que nos da al ver que una persona común se enfrenta a un asesino u otra situación difícil y peligrosa, algo que a los seres humanos nos resulta fascinante, apunta el profesor de la UNAM.
Algo similar aparece en un artículo publicado en la Elsevier Public Health Emergency. Aquí los especialistas explican que el cine de terror nos gusta porque se trata de experiencias ficticias aterradoras que actúan como simulaciones de unas que podrían ser reales. De esta manera podemos recopilar información útil sobre cómo actuar ante situaciones de la vida real que nos pongan en peligro.
La próxima vez que te pregunten por qué te gustan las películas de terror, ya sabrás qué responder.
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