Todos, o al menos la mayoría, conocen o pueden narrar un detalle relacionado con la historia de los 3 Reyes Magos: Gaspar, Melchor y Baltazar. De acuerdo con la historia bíblica, los también llamados Reyes Magos de Oriente, fueron guiados por la estrella de Belén para llegar hasta donde se encontraba el niño Jesús.
Su misión principal, además de entregar los regalos que llevaban con ellos (oro, incienso y mirra) era la de adorar al recién nacido. Sin embargo, y lo que muchos no saben, es que existió un cuarto Rey Mago, por lo menos para el teólogo Henry Van Dyke, quien narró por primera vez la historia del desconocido rey de oriente a través de un relato en el siglo XIX: Artabán.
Te podría interesar
Pero, ¿quién era exactamente Artabán y por qué no pudo ver al niño Jesús con el resto de los Reyes Magos?
La historia de Artabán
De acuerdo con el relato de Van Dyke, Artabán era un hombre de edad avanzada, como el resto de los Reyes Magos, con largas barbas y ojos profundos que residía en el monte Ushita durante el año 4 a. C.
Los cuatro Reyes Magos vivían muy lejos uno del otro por lo que los procesos de comunicación eran sumamente lentos y en algunas ocasiones confusos. Tras la aparición de la estrella de Belén, la cual guió a los Reyes Magos de Oriente hacia la ubicación del niño Jesús, todos acordaron encontrarse en la extinta zona de Mesopotamia.
Artabán se encontraba más cerca de la ubicación por lo que decidió salir al final para encontrarse con el resto. En su camino, el cuarto Rey Mago se encontró con un hombre que había sido herido por un grupo de malhechores. Debido a esto, el mago de oriente decidió dar uno de los regalos que entregaría al recién nacido, un gran diamante, a los bandidos para que dejaran en paz a aquel hombre.
Debido a esta acción, Artabán no pudo reunirse con el resto de los Reyes Magos quienes habían comenzado su camino para encontrarse con el niño Jesús. Tras esto, el mismo Artabán decidió seguirlos con la esperanza de hallarlos en el recorrido. Sin embargo, cuando llegó a Judea, pudo ser testigo de la matanza que Herodes cometió en el poblado con el objetivo de encontrar al hijo de Dios y asesinarlo.
Por esta razón, Artabán dio otro de los regalos, un rubí, que llevaba al recién nacido a uno de los guardias que se disponía a matar a un bebé. Debido a esta acción, Artabán fue arrestado y condenado a 30 años de cárcel.
Artabán y Jesús
Tras su salida de prisión, 30 años después, Artabán tenía la misión de encontrarse con un ya adulto Jesús, sin embargo, las noticias en torno a su crucifixión hicieron que acelerara el paso. En su camino, como tres décadas atrás, se encontró con un hombre que estaba por subastar a su hija para pagar sus deudas.
Al ver esto, Artabán decidió darle al padre el último regalo que guardaba para Jesús, un jade, y así ayudarlo a salir de sus deudas. Lamentablemente, esto le impidió ver a Jesús antes de su muerte. Sin embargo, tras la crucifixión del hijo de Dios, la tierra se abrió, lo que ocasionó que una roca golpeara la cabeza de Artabán ocasionado una visión: era el hijo de Dios que agradeció al cuarto Rey Mago por sus acciones de bondad y ayuda. Tras esto, Artabán falleció y ascendió al cielo junto.
Sigue a Heraldo Binario en Google News, dale CLIC AQUÍ.