Luego de 140 años de no existir registro o avistamientos del faisán de nuca negra, una especie de paloma grande, un grupo de científicos ha logrado capturar en video a esta ave dentro de la isla Ferguson en Papúa Nueva Guinea.
El equipo de expedición, dirigido por la American Bird Conservancy, registró la existencia del faisán de nuca negra en una isla escarpada en el archipiélago D'Entrecasteaux, en el este de Papúa Nueva Guinea.
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Es de destacar que el avistamiento de esta ave, la cual fue capturada en video por primera vez, es la confirmación de los rumores de diversos cazadores que aseguraban haberla visto pero no contaban con evidencia clara.
Un ave difícil de observar
El descubrimiento del faisán de nuca negra no fue una tarea fácil para el grupo de científicos. En 2019, tras la cantidad de rumores en torno a su aparición, el conglomerado de especialistas de la Universidad de Cornell, emprendieron por primera vez el viaje hasta el Pacífico. Lamentablemente, durante la primera expedición, no se logró obtener ninguna clase de registro.
Durante este año, el grupo de zoóogos decidió volver por una segunda expedición. De acuerdo con John Mittermeier, codirector de la expedición, se requirieron de más de 20 cámaras trampa así como la recabación de diversas entrevistas de lugareños y hasta un encuentro con piratas locales para obtener información respecto al faisán.
“Llegamos a las aldeas en la ladera occidental del monte Kilkerran, el pico más alto de la isla. Allí comenzamos a encontrarnos con cazadores que habían visto y oído a la paloma faisán. Un local, en particular, ofreció una pista prometedora, diciendo haber visto la paloma faisán varias veces en un área con crestas y valles empinados y describió haber escuchado los distintivos cantos del ave”, declaró el codirector de la expedición Jason Gregg.
El futuro de la ave “fantasma”
El descubrimiento del faisán de nuca negra brinda esperanza a los investigadores y el gremio científico para ayudar a salvar a la especie de la extinción. Y es que al igual que otros animales que se creían extintos, como la tortuga de Galápagos que fue vista de nueva cuenta en 2021 tras 112 años desaparecida y una almeja que se halló viva en California y que se pensaba extinta desde hace más de 30 mil años, el faisán de nuca negra es un ejemplo claro de lo infinita que puede ser la naturaleza.
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