Para el artista y pintor mexicano Juan Carlos Del Valle, el corazón es el órgano más importante pues es el primero en nacer al concebir la vida humana y el último en morir. Su más reciente pintura donde plasma un corazón palpitante fue un guiño a la vida, al amor y al arte que desde su apreciación debe existir no solo en el plano físico, también trascender al digital. Por ello “VIVA”; nombre que tiene la obra, fue convertido en criptoarte mediante un Non Fungible Token (NFT) y llevado a subasta, estos son los detalles.
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La subasta y la obra de VIVA
Esta subasta marca la historia de los NFT en México, ya que fue la primera de este tipo en nuestro país y al parecer de gran éxito, pues alcanzó este jueves los 5 mil 580 dólares, unos 110 mil 880 pesos mexicanos, en un evento celebrado en la capital mexicana.
Concebida para existir y palpitar eternamente en el espacio digital, la obra, una abstracción de un corazón realizado con gruesas pinceladas de óleo que late, fue subastada en el evento "Esto es Ahora Subasta de Arte Contemporáneo" de la casa de subastas Morton, informó la firma. Además, la obra digital, que inició su subasta en 35 mil pesos (unos mil 760 dólares), está alojada en la plataforma Artereum encriptada con tecnología blockchain, una estructura en bloques que almacena registros únicos, datos imposibles de falsificar o copiar.
La obra física a partir de la cual se originó "VIVA" fue modificada por el artista por lo que actualmente ya no existe.
¿Qué es un NFT?
Un “Token No Fungible” puede ser cualquier cosa que pudiera considerarse como producto u objeto artístico: un video, una fotografía, una pintura, un dibujo, una canción, una película e incluso un meme, es susceptible de convertirse en un Non Fungible Token o NFT. Este tipo de activos virtuales tiene la principal característica de que no se agota con su uso y además funcionan como un título electrónico de exclusividad. La mayor parte de los NFT están respaldados por la criptomoneda Ethereum, ya que utiliza su misma cadena de blockchain.
Los NFT se encuentran encriptados y autenticados con la tecnología blockchain y al igual que sucede con las criptomonedas, tienen una firma digital única, lo cual permite, por primera vez en la historia, que el arte digital sea coleccionable a pesar de su virtualidad y en el arte también se consideran una inversión de valor.
Con información de EFE