La ciberseguridad se ha vuelto uno de los temas más frecuentes en los últimos tiempos, no solo por la importancia del tema sino porque además con la entrada de la pandemia por coronavirus, las personas en todo el mundo tuvieron que resguardarse en sus hogares aunque sin dejar sus actividades económicas y académicas.
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Asimismo, las empresas que operan en la industria financiera han encontrado mayores retos en el camino a medida en que los usuarios se recargan más en las bancas en línea. De acuerdo con un análisis realizado por ESET, los ciberdelincuentes utilizan diferentes modalidades de fraude y extorsión, además de atacar directamente a las empresas.
El informe anual de IBM titulado Cost of Data Breach Report, señala que el costo promedio de una brecha de datos en el sector de servicios financieros fue de casi $6 millones de dólares en 2020, una cifra superior con respecto a los $3.86 millones de dólares reportados en el resto de los sectores económicos.
El sector financiero continúa siendo uno de los blancos más atractivos para los actores maliciosos debido a la cantidad de información que pueden recolectar; en caso de existir una filtración exitosa por los atacantes es posible cometer robo de identidad o filtrar sus datos en mercados como la Dark Web lo que provocaría daños financieros importantes.
Asimismo, el informe de IBM encontró que el factor humano es una de las tres principales causas de filtraciones de datos, siendo un factor determinante en el 23 por ciento de la brechas.
Los atacantes suelen utilizar uno de los delitos en línea más dañinos desde el punto de vista financiero, la estafa conocida como Business Email Compromise (BEC) este tipo de ataque apunta a su víctima comunicándose desde una cuenta de correo electrónico comprometida perteneciente a un miembro de la empresa solicitando datos al personal con las capacidades y conocimientos para otorgarla.
Los expertos coinciden en que una de las formas más efectivas para mitigar los ataques es proporcionando la información adecuada a sus empleados en cuanto a ciberseguridad, además de proteger sus sistemas con softwares sofisticados.De acuerdo con una encuesta realizada por ESET, las compañías no están invirtiendo en nuevas tecnologías que les ayuden a protegerse.
La firma de ciberseguridad recordó que la importancia de implementar protocolos de seguridad es sumamente importante debido a amenazas persistentes como la ocurrida en 2017 donde el ransomware WannaCry vulneró millones de dispositivos con problemas de seguridad.
Por otro lado, es importante señalar otro de los ataques más comunes y peligrosos. Los ataques DDoS tienen como objetivo interrumpir la capacidad de proporcionar servicios a las víctimas y son uno de los problemas más preocupantes para las empresas financieras “Si una empresa se convierte en víctima de un ataque DDoS, sus sistemas se inundarán de solicitudes que superarán la capacidad de dar respuesta a los sitios web y los desconectará,esto podría traducirse fácilmente en cientos de miles de dólares en ingresos perdidos para el negocio apuntado por los atacantes”, agregó ESET.
Por último, el informe señala que mientras las organizaciones financieras continúen siendo blanco de los cibercriminales deberán reforzar su seguridad a nivel tanto humano como de proceso, por lo cual deben voltear la mirada hacia un enfoque holístico y balanceado.