Las tiendas de ropa del fast fashion, también llamada 'moda rápida' es un término que se utiliza para describir a las cadenas de moda que emulan casi al instante las tendencias presentadas en las pasarelas de las diversas semanas de la moda en el mundo, pero a precios mucho más accesibles para la mayoría de la población. Sin embargo, la calidad no es la mejor, por lo que a menudo sólo duran unas cuantas puestas. Aquí la razón de por qué estas tiendas podrían desaparecer.
Las tiendas del fast fashion como Zara, Bershka, Pull&Bear, entre otras, ofrecen las más recientes tendencias de moda a precios muy bajos, pero la industria ha sido muy criticada por los efectos que su producción tiene el medio ambiente, así como por las condiciones laborales que enfrentan los trabajadores que producen estas prendas. Por ello, el Parlamento Europeo propuso una estrategia que pueda regular a esta industria, y si bien no desaparecerán sí estarían obligadas a utilizar textiles sostenibles.
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La medida fue aprobada a inicios de junio 2023 en el Parlamento Europeo con 600 votos a favor, 17 en contra y 16 abstenciones, y se propone que los productos textiles vendidos en la Unión Europea sean más duraderos, más fáciles de reutilizar y reciclar, además de que su producción debe respetar los derechos humanos, sociales y laborales, el medio ambiente y el bienestar animal a lo largo de la cadena de suministro.
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Con las medidas aprobadas por los eurodiputados, las tiendas de ropa de la industria del fast fashion tendrán que evolucionar o podrían desaparecer en caso de que no tomen en cuenta las recomendaciones aprobadas por el Parlamento Europeo. Y es que con estas medidas, los legisladores quienes ponerle fin a la "moda rápida". También creen que los consumidores deberían tener más información para tomar decisiones sostenibles.
Por ello, los eurodiputados piden que se prohíba la destrucción de productos textiles no vendidos y que sean devueltos para rediseñarse tomando el reglamento basado en diseño ecológico. La regulación también exige la creación de objetivos específicos para la prevención, reutilización y reciclaje de residuos textiles para prevenir y minimizar la liberación de microplásticos y microfibras en el medio ambiente.
"Los consumidores por sí solos no pueden reformar el sector textil global a través de sus hábitos de compra. Si permitimos que el mercado se autorregule, dejamos la puerta abierta para un modelo de fast fashion que explota a las personas y al planeta, por ello, la UE debe obligar legalmente a los fabricantes y a las grandes empresas de la moda a operar de manera más sostenible", como detallaron los eurodiputados.
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