El enigma del cometa interestelar 3I/ATLAS continúa creciendo a medida que nuevos estudios desafían todo lo que los científicos creían saber sobre estos visitantes extrasolares.
Un análisis reciente publicado en la plataforma Arxiv sugiere que el objeto fue alterado durante miles de millones de años por rayos cósmicos galácticos, un hallazgo que modifica radicalmente la visión sobre su composición original.
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La comunidad científica ya había señalado que 3I/ATLAS mostraba características inusuales: aceleraciones no gravitacionales, proporciones químicas atípicas y comportamientos que desconcertaron incluso a expertos de la NASA.
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Ahora, los nuevos datos indican que su superficie podría ser una capa “procesada” por radiación cósmica, ocultando el verdadero material del que está hecho el cometa interestelar.
Este descubrimiento representa un cambio importante en la comprensión de cómo evolucionan los cuerpos que viajan entre sistemas estelares y plantea nuevas dudas sobre lo que realmente podemos aprender de ellos.
Rayos cósmicos alteraron el cometa
Un conjunto de investigaciones recientes, respaldadas por observaciones del telescopio espacial James Webb (JWST), apunta a que la superficie de 3I/ATLAS habría sido modificada por un bombardeo constante de rayos cósmicos galácticos.
Este proceso habría ocurrido durante miles de millones de años, transformando químicamente su capa exterior.
Los estudios señalan que la proporción de dióxido de carbono (CO2) frente al agua en el cometa es extraordinariamente alta, con una relación CO2/H2O de 7.6, cuatro veces superior a la observada en cometas del Sistema Solar.
Los científicos creen que los rayos cósmicos “cocinaron” lentamente su superficie, convirtiendo el monóxido de carbono original en CO2 y formando una costra dura y rojiza rica en compuestos orgánicos.
Los modelos sugieren que esta alteración penetró entre 15 y 20 metros de profundidad, creando una corteza “procesada” que oculta un interior potencialmente prístino. Sin embargo, esa capa interna no se ha expuesto, lo que complica el análisis del origen real del objeto interestelar.
3I/ATLAS no revela su verdadera composición
Inicialmente, los astrónomos esperaban que los objetos interestelares funcionaran como “cápsulas del tiempo”, ofreciendo un vistazo intacto a los materiales primigenios de otros sistemas estelares.
Pero si 3I/ATLAS realmente fue alterado por rayos cósmicos, lo que observamos no es su composición original, sino una superficie modificada por la radiación.
Las observaciones recientes indican que la actividad del cometa —como la emisión de gases al acercarse al Sol— proviene únicamente de esta capa procesada, dejando el núcleo sin exponer.
Esto significa que incluso su paso por el perihelio podría no ser suficiente para revelar sus materiales internos, aunque los científicos aún observan de cerca cualquier posible liberación de material prístino.
Además, el comportamiento anómalo del cometa ha impulsado teorías más especulativas. Algunos expertos, como el astrofísico Avi Loeb, han sugerido posibles explicaciones tecnológicas, aunque la mayoría de científicos defiende escenarios naturales, por inusuales que parezcan.
Preguntas frecuentes
- ¿Por qué es importante estudiar a 3I/ATLAS?
Porque solo existen tres objetos interestelares conocidos y cada uno ofrece información única sobre materia formada fuera del Sistema Solar.
- ¿Qué son los rayos cósmicos galácticos?
Son partículas de alta energía provenientes de fuera del Sistema Solar que pueden alterar químicamente la superficie de los cometas.
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