3I/ATLAS, el tercer cometa interestelar confirmado que llega desde fuera de nuestro Sistema Solar, transita estos días su fase más crítica de observación.
Su trayectoria hiperbólica lo llevará a su perihelio el 29 de octubre de 2025, cuando se acercará a su punto más cercano a nuestro astro rey, rozando la parte interna del sistema planetario.
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Aunque en este momento el cometa permanece oculto por el resplandor solar y no puede observarse desde la Tierra, su acercamiento al Sol es crucial para la investigación astronómica.
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La intensa radiación solar calienta su núcleo helado y provoca la liberación de gases y partículas de polvo, formando la característica coma brillante y la cola del cometa.
Este proceso permite a los astrónomos analizar cómo varía su brillo, su composición química y la cantidad de material que expulsa, datos esenciales para entender su origen y comportamiento en comparación con otros cometas del Sistema Solar.
Con ello, 3I/ATLAS se convierte en una “cápsula del tiempo” para comparar la química de otros sistemas estelares con la nuestra.
¿Qué pasará este 29 de octubre?
El cometa interestelar 3I/ATLAS alcanzará el punto más cercano al Sol (perihelio) el 29 de octubre de 2025, a una distancia de 1.4 unidades astronómicas (aproximadamente 210 millones de kilómetros), según la NASA.
Este acercamiento marcará el momento de mayor actividad del cometa, aunque no podrá verse desde la Tierra debido a su alineación con el Sol.
La ruta de 3I/ATLAS lo llevará desde la constelación de Sagitario, por donde ingresó al Sistema Solar, hasta su máximo acercamiento dentro de la órbita de Marte.
Luego, continuará hacia la constelación de Virgo, donde volverá a ser visible en el cielo matutino a finales de noviembre.
En diciembre cruzará por Leo y se alejará definitivamente rumbo al espacio interestelar, sin volver jamás.
A medida que se acerque al Sol, alcanzará velocidades de más de 210,000 km/h, impulsado por la gravedad solar antes de retomar su viaje hacia las profundidades de la galaxia.
¿Por qué es relevante su paso por el Sistema Solar?
El paso de 3I/ATLAS ofrece una oportunidad única para estudiar un objeto formado en otro sistema estelar.
Su composición —con altas proporciones de dióxido de carbono frente al agua— y su comportamiento a grandes distancias del Sol lo convierten en un laboratorio natural para entender cómo nacen y evolucionan los cometas.
Telescopios como el Hubble y el Keck II, junto con sondas de la ESA como Mars Express y Juice, seguirán su evolución para analizar los cambios en su estructura y actividad tras el perihelio.
Estos datos ayudarán a los científicos a comparar la química de otros sistemas planetarios con la del nuestro y a perfeccionar los modelos de defensa planetaria frente a objetos cercanos a la Tierra.
Preguntas frecuentes
- ¿Qué tan cerca estará 3I/ATLAS de la Tierra?
La NASA estima que su distancia mínima será de 1.8 unidades astronómicas, es decir, unos 270 millones de kilómetros. No representa ningún peligro de impacto ni efectos sobre el planeta.
- ¿Podrá verse desde la Tierra?
Durante el 29 de octubre no será visible por su proximidad al Sol, pero a finales de noviembre reaparecerá antes del amanecer en la constelación de Virgo.
- ¿Por qué se le llama cometa “interestelar”?
Se le denomina así porque no pertenece al Sistema Solar. Su órbita no es cerrada, sino hiperbólica, lo que significa que viaja a tal velocidad que la gravedad del Sol no puede retenerlo. Los análisis indican que se formó alrededor de otra estrella y fue expulsado de su sistema hace millones de años, hasta cruzar el nuestro por pura casualidad.
Con información de NASA, ESA, SETI Institute, Space.com.
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