Recientemente con la llegada del ciclo 25 solar, científicos de todo el mundo han advertido que la Tierra estaría por sufrir de una "superllamarada" proveniente del Sol. Este fenómeno se entiende como una explosión estelar que contiene la energía de miles de millones de bombas atómicas, por lo que a continuación te detallamos qué es lo que pasaría si nuestro planeta es golpeada por una de ellas. Aquí la cronología de lo que supondría para nuestro hogar.
En caso de que una superllamarada solar ocurra pronto y la Tierra sea golpeada por este fenómeno, lo notaríamos rápidamente debido a que las redes eléctricas resultarían dañadas, mientras que los satélites caerían de su órbita y en el peor de los casos, la destrucción de los cables submarinos podría desencadenar un temido "apocalipsis del Internet".
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Desde el momento en que se produjera una superllamarada procedente del Sol, la Tierra tendría sólo 8 minutos antes de que la primera ola de radiación golpee nuestra atmósfera. Pero lo peor aún estaría por llegar minutos después, cuando también llegue la ola de plasma y campos magnéticos que la siguen de cerca, lo que casi de inmediato causaría estragos en el sistema eléctrico de nuestro planeta.
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La última vez que la Tierra fue golpeada por una superllamarada solar fue durante el Evento Carrington en el año 1859, sin embargo, los expertos no descartan que nuestro planeta pueda verse afectado por una erupción solar más de 100 veces poderosa que la del Evento Carrington, lo que la haría mucho más devastadora.
¿Qué son las llamaradas solares?
Una llamarada solar es una gran explosión en la superficie del sol que libera una enorme cantidad de energía almacenada en muy poco tiempo. Esto ocurre cuando los campos magnéticos se "retuercen" sobre zonas frías de la superficie del sol llamadas manchas solares.
En cuestión de minutos, estos campos enmarañados calientan el material a muchos millones de grados antes de estallar en una explosión de radiación en todo el espectro electromagnético, desde ondas de radio hasta rayos X y rayos gamma. Las grandes erupciones solares suelen ir acompañadas de eventos llamados eyecciones de masa coronal.
Sean Elvidge, experto en meteorología espacial de la Universidad de Birmingham, detalló al tabloide MailOnline que las eyecciones de masa coronal (CME) son enormes nubes de plasma solar cargado y campos magnéticos lanzados al espacio.
"Se mueven más lentamente y suelen tardar entre uno y tres días en llegar a la Tierra, pero pueden causar importantes perturbaciones geomagnéticas una vez que interactúan con el campo magnético de nuestro planeta".
Por su parte, una llamada superllamarada es una erupción solar particularmente grande capaz de liberar un octillón de julios de energía, es decir, uno seguido de 27 ceros.
Los científicos están preocupados de que pronto ocurra una superllamarada solar que impacte contra la Tierra debido a que una similar no ha golpeado a nuestro planeta desde el año 775 d.C. Si enfrentáramos un evento de esta magnitud, ¿qué sucedería minuto a minuto en la Tierra tras ser golpeada por la radiación, plasma y eyecciones de masa coronal?
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Ocho minutos después de que ocurriera la superllamarada solar
Dado que la radiación electromagnética se mueve a la velocidad de la luz, sólo tendríamos ocho minutos desde el momento en que estalla la llamarada hasta que experimentemos los primeros efectos en la Tierra. Lo primero que pasaría es que el planeta experimentaría radiación ultravioleta intensa.
La radiación interferiría con las señales de radio que se mueven alrededor de la Tierra, por lo que fallarían las comunicaciones y no podríamos enviar mensajes vía digital. Incluso, ocurriría un apagón total y repentino de la radio.
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30 minutos desde la superllamarada
Viajando justo detrás del primer destello de radiación de la erupción solar, lo siguiente en llegar sería una nube de partículas ionizantes de alta energía por lo que 30 minutos después la Tierra podría experimentar una tormenta de radiación solar por lo que las personas que se encuentren en vuelos comerciales serían los primeros en recibir altas dosis de radiación, pero el mayor de los riesgos lo enfrentarían los astronautas que se encuentren en la Estación Espacial Internacional (ISS) comprometiendo incluso su vida.
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16 horas desde la superllamarada
Conforme la onda de plasma cargado y campos magnéticos que componen la eyección de masa coronal avancen hacia la Tierra, las cosas empeorarían significativamente pues se generarían tormentas geomagnéticas. Estas grandes fluctuaciones en el campo magnético inducen fuertes corrientes eléctricas en cualquier pieza larga de metal en la Tierra, incluidos los cables de las redes eléctricas.
Dichas fluctuaciones de energía podrían activar los sistemas de seguridad y provocar cortes regionales o fallas en cascada e incluso incendiar el aislamiento que rodea a los transformadores eléctricos. En el peor escenario, una superllamarada más devastadora que la del evento Carrington podría dejar entre 20 y 40 millones de personas en Estados Unidos sin electricidad durante hasta dos años.
Los problemas no se limitarían a la red eléctrica, ya que algunos investigadores también creen que una superllamarada podría provocar un "apocalipsis del Internet".
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17 horas desde la superllamarada
Los cortes de energía globales y la destrucción de Internet serían solo el comienzo de los problemas para los habitantes en la Tierra en caso de que ocurriera una superllamarada solar. Uno de los mayores riesgos que podría ocurrir es que tendría un efecto devastador en la red de satélites que utilizamos para comunicarnos, navegar y monitorear al planeta.
Por ello, el aumento de la radiación podría comprometer la eficiencia de los paneles solares e interferir con las señales de comunicación y navegación. Dependiendo de qué tan intensa sea la eyección de masa coronal, las perturbaciones podrían durar desde unas pocas horas hasta varios días.
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Meses y años después
Dependiendo de lo intensa que resulte la Eyección de Masa Coronal lo peor de la tormenta geomagnética podría disminuir entre 10 y 24 horas después de su inicio. Sin embargo, los efectos persistentes de la superllamarada podrían tardar meses o años en desaparecer, por lo que dispositivos como celulares y computadoras podrían fallar y no funcionar adecuadamente.
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