Los perros son el mejor amigo del hombre y quienes tienen la dicha de tener uno o más lomitos en sus vidas podrán confirmar lo que acaba de revelar un estudio hecho por un grupo de investigadores en Estados Unidos. ¡Que los perritos no sólo se parecen a sus dueños, sino que adquieren su personalidad! Estos animales no sólo comparten gesticulaciones parecidas a sus humanos, sino también rasgos de su carácter.
Así lo acaba de confirmar un estudio que se publicó en el Journal of Research in Personality que concluyó que los perros emulan y reflejan la personalidad de sus dueños. La investigación también reveló que los lomitos experimentan cambios de personalidad similares a los de los humanos a lo largo de sus vidas.
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Los investigadores a cargo del estudio entrevistaron a a dueños de 1,600 perros de distintas razas, además de que los dividieron en hembras y machos. Sus edades abarcaban desde cachorros hasta lomitos adultos. Para el estudio, los propietarios de los caninos respondieron preguntas sobre ellos mismos, así como cuestionamientos sobre la personalidad y el historial del comportamiento de sus mascotas.
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El estudio reveló que la personalidad de los perros va cambiando a medida que crecen y está influenciada por los estilos de vida y experiencias que comparten con sus dueños, por lo que tu mascota no tendrá el mismo carácter cuando era un cachorro a conforme va creciendo y haciéndose adulto.
¿Por qué los perros y los dueños comparten la misma personalidad?
Los investigadores concluyeron que los perros desarrollan las personalidades de sus dueños y a menudo se reflejan entre sí. Para muestra, las personas activas y extrovertidas tendían a tener compañeros caninos que se comportaban de manera similar, mientras que los perros ansiosos o agresivos tenían dueños que poseían rasgos de personalidad más negativos.
Si bien, las personas eligen a perros que se adapten a sus estilos de vida, conforme pasa el tiempo es probable que la personalidad de los dueños humanos y los caninos se fusionen, por lo que es muy común que los dueños proyecten sus personalidades en sus mascotas.
El estudio también demostró que la personalidad de los perros influye en la facilidad o dificultad para entrenarlos. Aquellos que son más felices y sociables tienden a ser más fáciles de entrenar, mientras que los caninos temerosos o ansiosos son más desafiantes.
La investigación también concluyó que algunos rasgos de la personalidad de los perros pueden ayudar a detectar algunos problemas o enfermedades. Para muestra, los caninos que son más activos y felices tienen menos probabilidades de desarrollar enfermedades crónicas como displasia de cadera, ceguera, sordera y artritis.
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