El futuro de la exploración espacial está en constante evolución, y la NASA está liderando el camino hacia nuevos horizontes. Recientemente, la agencia espacial ha anunciado un emocionante proyecto que podría cambiar la forma en que viajamos al espacio profundo: un poderoso cohete que podría llevar a los humanos a Marte en solo dos meses.
Este ambicioso proyecto forma parte del Programa de Conceptos Avanzados Innovadores (NIAC) de la NASA, que recientemente seleccionó seis proyectos prometedores para financiamiento y desarrollo adicionales. Entre estos proyectos se encuentra un sistema de propulsión revolucionario desarrollado por Howe Industries, con sede en Arizona.
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El cohete en cuestión utiliza una tecnología de plasma pulsado impulsada por fisión nuclear para generar paquetes de plasma para su empuje. Este enfoque, aunque no del todo nuevo, es una versión más simple y asequible de los sistemas anteriores desarrollados por la NASA, como el Fisión-Fusión Pulsada (PuFF).
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John Nelson, ejecutivo del programa NIAC en la NASA, describe estos proyectos como "conceptos de ciencia ficción", que también incluyen un sistema de ferrocarril lunar y telescopios basados en fluidos. Sin embargo, el cohete de plasma pulsado es el que tiene el potencial más inmediato para transformar los viajes espaciales tripulados.
La clave de este nuevo sistema de propulsión es su alta eficiencia. Con un impulso específico (Isp) de 5,000 segundos, el cohete podría generar hasta 22,481 libras de fuerza (100,000 Newtons), lo que resultaría en una notable eficiencia de combustible. Esta eficiencia podría permitir que las misiones tripuladas a Marte se completen en solo dos meses, en comparación con los nueve meses que actualmente lleva llegar al Planeta Rojo con los sistemas de propulsión existentes.
Los viajes más cortos benefician la salud de los astronautas
Esta reducción drástica en el tiempo de viaje no solo hace que la exploración de Marte sea más accesible, sino que también ofrece beneficios significativos para la salud de los astronautas. Menos tiempo expuestos a la radiación espacial y a la microgravedad puede mitigar los efectos negativos en el cuerpo humano, lo que hace que los viajes espaciales sean más seguros y viables a largo plazo.
Además de acortar el tiempo de viaje, el cohete de plasma pulsado también tiene la capacidad de transportar naves espaciales mucho más pesadas. Esto permitiría la instalación de blindaje contra los rayos cósmicos galácticos, proporcionando una capa adicional de protección para la tripulación a bordo.
La Fase 2 del NIAC se centrará en varios aspectos cruciales del desarrollo de este sistema, como la evaluación de la neutónica del sistema, el diseño de la nave espacial y los subsistemas necesarios, y el análisis de las capacidades de las boquillas magnéticas. Además, se estudiarán las trayectorias y los beneficios potenciales del cohete de plasma pulsado.
Si este proyecto tiene éxito, podría revolucionar por completo los vuelos espaciales tripulados. La capacidad de viajar a Marte en solo dos meses abriría nuevas posibilidades para la exploración del espacio profundo y el establecimiento de bases humanas en otros mundos.
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