TEMPORADA DE HURACANES

Por su DEVASTACIÓN estos son los nombres de huracanes que se han retirado

Los nombres de los huracanes se retiran si estos causan daños significativos o pérdidas humanas, esta práctica tiene como objetivo evitar confusiones entre los ciclones históricos y los nuevos

Créditos: Pixabay
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Los huracanes son fenómenos naturales que pueden causar enormes daños y pérdidas humanas. Los nombres de los huracanes se retiran de manera permanente cuando se consideran particularmente devastadores. Esta práctica evita confusiones futuras con tormentas históricamente notables y asegura que la memoria de su impacto se mantenga intacta.

¿Cómo se nombran los huracanes?

Antes del siglo XX, los huracanes recibían nombres de manera informal, a menudo inspirados en fiestas de santos, nombres de barcos o incluso políticos impopulares. Este método cambió en 1950 cuando el Centro Nacional de Huracanes comenzó a utilizar nombres en clave y posteriormente, en 1953, nombres de mujeres. En 1979, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) adoptó un sistema de nombres que alterna entre géneros masculino y femenino. Este método se inspiró en la práctica de la Oficina de Meteorología de Australia, iniciada en 1975.

Actualmente, seis listas anuales de nombres se utilizan en rotación. Si una tormenta resulta particularmente dañina, su nombre es retirado y reemplazado por otro de género y letra inicial similar. Las listas se renuevan cada seis años, y si una temporada tiene más tormentas de las esperadas, se utilizan nombres auxiliares. Es importante notar que una tormenta que cruza cuencas mantiene su nombre original, a menos que se disipe y vuelva a formarse.

Historia de la denominación de los huracanes

Durante mucho tiempo, los ciclones tropicales eran nombrados retrospectivamente. Por ejemplo, se les llamaba según la festividad del santo en la que ocurrían, como los huracanes de San Felipe en 1876 y 1928. Clement Wragge, un meteorólogo australiano, fue el primero en usar nombres propios para ciclones tropicales a fines del siglo XIX, comenzando con letras del alfabeto griego y luego con nombres de niñas y figuras políticas que le desagradaban.

La práctica moderna de nombrar tormentas se consolidó después de la Segunda Guerra Mundial. Inspirados por la novela "Tormenta" de George R. Stewart, los meteorólogos militares comenzaron a utilizar nombres femeninos para tifones en el Pacífico. En 1950, la Oficina de Huracanes de la Fuerza Aérea de EE. UU. adoptó un alfabeto fonético para nombrar ciclones del Atlántico, sistema que luego se convirtió en nombres de mujeres en 1953, debido a la popularidad y eficacia de la práctica.

Huracanes retirados por su devastación

El impacto devastador de ciertos huracanes ha llevado a que sus nombres sean retirados de las listas de manera definitiva. A continuación, se presenta una lista de algunos de los huracanes más notables cuyos nombres han sido retirados:

  • Harvey (2017): Este huracán fue uno de los más costosos en la historia de Estados Unidos, causando inundaciones catastróficas en Texas y Louisiana.
  • Irma (2017): Con vientos de hasta 185 mph, Irma devastó partes del Caribe y Florida, dejando a su paso una estela de destrucción.
  • María (2017): Impactó gravemente a Puerto Rico y Dominica, resultando en una crisis humanitaria en Puerto Rico.
  • Nate (2017): Afectó América Central y la Costa del Golfo de Estados Unidos, causando significativas pérdidas de vida y daños materiales.

Estos nombres se retiraron debido a los enormes daños y la cantidad de muertes que causaron, evitando así la confusión con futuros ciclones.

Proceso de nominación de nuevos nombres

La OMM es la encargada de la gestión de los nombres de huracanes. Los países afectados pueden solicitar la retirada de un nombre y proponer un sustituto. Los nombres deben ser cortos, fáciles de pronunciar y culturalmente sensibles. Por ejemplo, el huracán Mitch de 1998 fue reemplazado por Matthew en las listas, tras ser propuesto por Honduras debido al devastador impacto del huracán en su territorio.

La retirada de nombres de huracanes es una práctica respetuosa y necesaria para recordar los impactos significativos de estos fenómenos. A través de un sistema organizado y considerado, se garantiza que la memoria de las tormentas más devastadoras permanezca en la historia, mientras se evitan confusiones en futuras predicciones y comunicaciones sobre nuevos huracanes

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