La Tierra se encuentra en alerta ante la inminencia de la peor tormenta solar en 165 años. Este fenómeno, denominado tormenta caníbal, se desencadena por seis corrientes de plasma provenientes del sol que, según los expertos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), podrían colisionar con nuestra atmósfera esta misma noche.
El recuerdo del evento Carrington de 1859, que provocó incendios en estaciones de telégrafo y cortó las comunicaciones globales, se cierne sobre nosotros como una sombra ominosa. La perspectiva de una repetición de semejante caos en nuestra sociedad moderna es alarmante. Las consecuencias potenciales incluyen interrupciones eléctricas generalizadas, apagones y daños a infraestructuras críticas.
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¿Se verán auroras boreales por la tormenta solar canibal?
Sin embargo, no todo son malas noticias. Esta tormenta geomagnética sin precedentes también podría regalarnos espectaculares auroras nocturnas, o auroras boreales, que serán visibles en los Estados Unidos a partir de las 11 p.m. ET y podrían prolongarse hasta el sábado.
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Los científicos están monitoreando de cerca la situación y emitirán alertas tan pronto como tengan más información sobre la severidad de la tormenta. Se ha pronosticado que tres de las seis corrientes de plasma podrían fusionarse, creando una poderosa "CME caníbal".
Las tormentas geomagnéticas ocurren cuando las partículas de alta energía liberadas por erupciones solares impactan en la Tierra. Aunque el sol emite continuamente estas partículas, su distancia de 150 millones de kilómetros nos ha protegido de sus efectos directos, hasta ahora.
La Dra. Tamitha Skov de la NOAA ha señalado que esta tormenta podría alcanzar un nivel G5, el mismo nivel de la tormenta Carrington, aunque se espera que sea un poco menos intensa. Sin embargo, no se puede descartar que el evento alcance niveles mínimos, lo que podría tener consecuencias impredecibles.
¿Cómo nos afectará la tormenta solar canibal?
Uno de los aspectos más preocupantes de esta tormenta solar es su potencial impacto en la tecnología moderna. Una llamarada solar puede generar un pulso electromagnético (EMP) capaz de desactivar o destruir equipos electrónicos, incluidos satélites. La NOAA ha emitido una alerta de tormenta geomagnética severa (G4), advirtiendo sobre la posibilidad de interrupciones en el GPS y otros sistemas de comunicación.
Ante esta situación, se insta a la población a tomar precauciones similares a las de un corte de energía: asegurar suministros de baterías, linternas y generadores. Afortunadamente, la NOAA ha estado coordinando con operadores de infraestructura para mitigar el impacto potencial de la tormenta.
La Tierra se encuentra ante una situación sin precedentes, con una tormenta solar de magnitudes que no se veían desde hace más de un siglo y medio. Aunque los efectos exactos aún son inciertos, es crucial estar preparados y seguir las indicaciones de las autoridades para minimizar cualquier impacto negativo.
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