Las explicaciones de por qué los insectos nocturnos vuelan de forma errática cerca de fogatas y luz artificial incluyen varias teorías que difícilmente podrían haber sido comprobables hasta ahora.
Algunas de las teorías más populares son: (1) Los insectos se sienten atraídos por la luz debido a un mecanismo de escape, dirigiendo su vuelo hacia ella como podrían apuntar hacia un hueco en el follaje. (2) Los insectos utilizan la luna como una señal de la brújula celeste para navegar, y la luz artificial los confunde. (3) La radiación térmica de las fuentes de luz es atractiva para los insectos voladores. (4) Los sensibles ojos adaptados a la noche de los insectos quedan cegados por las luces artificiales, lo que les hace volar de forma errática o estrellarse,
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Ante esos posibles escenarios, investigadores del Imperial College of London, se dieron a la tarea de entender cómo interactúan los insectos con la luz artificial en un momento en el que la contaminación lumínica contribuye cada vez más al declive de esas especies.
Usando la captura de movimiento de alta resolución en el laboratorio y la estereovideografía, descubrieron que contrario a lo que se espera, los insectos no se dirigen directamente hacia la luz, sino que giran su dorso hacia la luz, generando episodios de vuelo perpendiculares a la fuente.
Bajo la luz natural del cielo, girar su dorso hacía la fuente de luz más brillante les ayuda a mantener un control vuelo adecuados. Sin embargo, cerca de fuentes artificiales puede producir una dirección continua alrededor de la luz y atrapar al insecto.
Los resultados los publicaron en la revista Nature.
¿Cómo descubrieron porqué a los insectos les atrae la luz artificial?
Fabian, Yash Sondhi y otros biólogos instalaron cámaras de vídeo de alta velocidad, tanto sobre en un terreno en Costa Rica como en su laboratorio. De esa manera querían ser capaces de observar cómo afectaba la luz a los movimientos nocturnos de insectos voladores como mariposas, polillas y libélulas.
En el laboratorio, utilizaron la captura del movimiento equipando a los insectos con marcadores diminutos similares a los que suelen llevar los actores para filmar escenas de acción en películas y videojuegos.
Tras un tiempo, los investigadores observaron rápidamente una tendencia común en varias especies que mostraban extrañas trayectorias.
Es decir, le daban la espalda a la luz y, si ésta estaba por debajo u horizontal a su trayectoria de vuelo, a menudo les hacía volar en círculos o chocar.
La luz artificial amenaza a especies de insectos voladores
Cuando los insectos se acercan demasiado a la luz artificial, pueden quedar casi atrapados por ella, explicó Peter Oboyski, director ejecutivo del Museo de Entomología Essig al medio estadounidense Insider.
De acuerdo con el artículo, varias especies de animales dependen de la gravedad y de las señales visuales para orientarse pero en el caso de los insectos, algunos se orientan mediante una respuesta luminosa dorsal (en la parte superior de lo que sería su lomo).
"Para que los insectos puedan volar nivelados con el suelo e inclinarse a la izquierda, necesitan saber hacia dónde está arriba", explica el experto. Una fuente fiable de esa información sería el lugar de donde procede la luz: el cielo.
Cuando se enfrentan a una fuente de luz diferente como el fuego de una fogata o un faro, los insectos intentan orientar la parte superior de su cuerpo hacia esa luz y entonces pueden confundirse y chocar.
No obstante, aún no sabe qué es lo que lleva a los insectos cerca de las fuentes de luz artificial ya que el estudio se centró en el comportamiento que tienen cuando la luz estaba a menos de 2 metros.
La contaminación lumínica podría estar afectando la manera en que los insectos navegan por su entorno pues esto podría evitar que encuentren alimento o se reproduzcan adecuadamente .
Para ayudar a que esto suceda cada vez menos podríamos tener en cuenta la dirección de los focos que usan en exteriores. Si las orientas hacia abajo, puedes reducir la cantidad de insectos que se sienten atraídos por la luz artificial.