¿Dónde converge la realidad y la ciencia ficción? Los secretos del universo parten de hipótesis que en muchas ocasiones parecieran ser increíbles o imposibles, durante la búsqueda de certezas los investigadores se han encontrado con todo tipo de singularidades, una de ellas es la inusual órbita del planeta enano 90377 Sedna.
Descubierto en 2003, su trayectoria en forma de huevo lo lleva a distancias extremas del sol, superando los 140 mil millones de kilómetros en su punto más lejano; esta órbita única ha desconcertado a los astrónomos desde su descubrimiento, ya que parece desafiar las leyes gravitacionales convencionales del sistema solar.
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¿Cómo podría formarse un mundo así en una región del espacio aparentemente vacía, fuera del alcance de la influencia de planetas gigantes y la propia Vía Láctea? De acuerdo con información recopilada por Space existe una teoría que sustenta la presencia de un planeta similar a la Tierra, hasta ahora no detectado, en las proximidades de Sedna y otros objetos transneptunianos (TNO) podría explicar estas órbitas peculiares.
Investigadores japoneses utilizaron simulaciones por computadora para analizar cómo un planeta desconocido podría influir en los TNO, y los resultados sugieren la existencia de un mundo oculto con un tamaño que oscila entre 1.5 y tres veces el de la Tierra, ubicado a distancias que varían entre los 37 mil millones y 74 mil millones de kilómetros del sol.
La idea de la existencia de planetas secretos en los confines de nuestro sistema solar no es nueva. El famoso "Planeta Nueve," un mundo teórico diez veces más masivo que la Tierra, ha sido propuesto como la causa de diversas características extrañas en el sistema solar, entre ellas órbitas inusuales en el Cinturón de Kuiper.
La teoría del Planeta Nueve ha sido objeto de controversia, ya que algunos astrónomos sugieren que las órbitas excéntricas de los TNO podrían explicarse sin la necesidad de un planeta oculto. En 2021, un estudio independiente cuestionó los datos utilizados para respaldar esta teoría, argumentando que las posibilidades de la existencia de un Planeta Nueve eran muy bajas.
“La aparente agrupación en la longitud del perihelio y el nodo ascendente de objetos transneptunianos extremos (ETNO) se ha atribuido a los efectos gravitacionales de un planeta invisible de entre 5 y 10 masas terrestres en el sistema solar exterior”, retrata el documento publicado en Arxiv de la Cornell University.
En comparación, el nuevo planeta hipotético, apodado "Planeta del Cinturón de Kuiper (KBP)", estaría mucho más cerca y tendría un mayor impacto en las órbitas de los objetos del Cinturón de Kuiper, especialmente aquellos ubicados a más de 4 mil millones de millas del sol, según el estudio.
Es importante destacar que el KBP aún no ha sido detectado ni de forma directa ni indirecta, aunque los investigadores sugieren que existe un 90% de posibilidades de detectarlo si orbita dentro de los 54 mil millones de kilómetros. Sin embargo, se necesita más información sobre la estructura de los objetos en los bordes del Cinturón de Kuiper para confirmar o descartar la presencia del KBP.
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