Un reciente estudio realizado por investigadores de Corea reveló que la inclinación de la Tierra cambió 78 centímetros y el ser humano tiene la culpa pues su necesidad de extraer agua subterránea para beber y regar campos está alterando la masa del planeta y haciendo que su eje se tambalee. Según el equipo, hemos desplazado una masa de agua tan grande que nuestro hogar se inclinó 78,5 centímetros hacia el este entre 1993 y 2010 y así le afecta a México.
Que la Tierra modifique la posición de su eje como ahora, representa un peligro para la Humanidad porque podría aumentar potencialmente la cantidad de luz solar que reciben los polos, lo que favorecería el aumento en el derretimiento de los polos, lo que haría que los niveles del mar incrementen alterando aún más la distribución de la masa del planeta. El nuevo estudio fue dirigido por investigadores de la Universidad Nacional de Seúl y publicado en la revista Geophysical Research Letters.
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"La redistribución de las aguas subterráneas tiene el mayor impacto en la deriva del polo de rotación, que es el punto alrededor del cual gira el planeta, y donde el eje imaginario sobresaldría si fuera un objeto físico. A diferencia del norte y el sur geográficos, que permanecen en una posición fija, el polo de rotación de la Tierra varía en relación con la corteza, un proceso llamado movimiento polar", detalló Ki-Weon Seo, geofísico de la Universidad Nacional de Seúl.
Así afecta a México que el EJE de la Tierra se esté inclinando hacia el este
La distribución del agua en el planeta afecta la forma en que se distribuye la masa, por lo que cuando se retira agua de una parte del planeta, el eje comienza a moverse y tambalearse. Si bien, el bamboleo del eje de la Tierra no afecta nuestra vida diaria, sí podría afectar a México y el resto de los países al momento de querer obtener datos precisos en GPS, satélites y observatorios terrestres.
Fue en 2016 la primera vez que los científicos anunciaron que la distribución del vital líquido podría cambiar la posición del eje de nuestro hogar. Ahora también está claro que el uso de agua potable por parte de la humanidad también es responsable de esta inclinación. Durante el periodo de estudio, la mayor parte del agua se redistribuyó en el oeste de América del Norte (región donde se ubica México) así como el noroeste de la India, ambos en latitudes medias.
Extraer aguas subterráneas durante varias décadas podría alterar el cambio en la deriva polar, como detalló el equipo, sin embargo, de acuerdo con los investigadores, el movimiento del agua no es el único factor que afecta la posición del eje de rotación. El hierro fundido chapoteando en el núcleo de la Tierra, el derretimiento del hielo, las corrientes oceánicas y los huracanes son todas las demás causas de los polos errantes.
La redistribución del agua de las latitudes medias, el área entre el Trópico de Cáncer y el Trópico de Capricornio; entre donde se encuentra México, tiene un mayor impacto en el polo de rotación. De acuerdo con el estudio, si el Polo Norte (donde se localiza nuestro país) se acerca al ecuador, el eje de rotación de la Tierra se inclinará más hacia el sol, lo que podría calentar más el hemisferio donde se ubica territorio mexicano.
Si bien, por ahora el cambio del eje de la Tierra no tiene un impacto significativo, en escalas de tiempo 'geológicas' mucho más grandes, la deriva polar puede tener potencialmente graves impactos en el clima.
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