Estaba despierta, escuchaba los ladridos de los perros de los vecinos y la música de una fiesta a lo lejos. Quería gritar, levantarme, mover mi mano para despertar a mi pareja, pero simplemente no pude hacerlo. Sentía que alguien o algo estaba sobre mí, con todo su peso corporal presionándome el pecho, impidiéndome hacer el menor ruido o movimiento. Luego de un rato, al fin pude soltar un grito desesperado, salté de la cama y respiré profundo. Me sigo preguntando qué rayos me sucedió. Esto es solo un pequeño relato sobre lo que se siente cuando se te "sube el muerto", una condición que, pese a ser común, no deja de sorprender y angustiar a quien lo experimenta. ¿Te ha pasado? En Heraldo Binario te vamos a contar qué le pasa a tu cuerpo cuando tienes parálisis del sueño.
Primeramente de vamos a decir que el nombre científico de esta condición es parálisis del sueño. La Universidad Nacional Autónoma de México la define como un trastorno que suelen padecer con mayor frecuencia aquellas personas que tienen turnos de trabajo cambiantes como las enfermeras, vigilantes o soldados, el cual produce inmovilización y que no puedan hablar cuando tratan de conciliar el sueño o si están despertando.
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Según la máxima casa de estudios, cuando se te "sube el muerto" tu despertar es incompleto, lo cual hace que tus sentidos estén alerta, pero no así tu función motora voluntaria, la cual se encuentra bajo los efectos del sueño MOR, una de las fases de nuestro ciclo del sueño y vigilia.
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Quizá te preguntes cómo es que no puedes moverte o hablar mientras estás en una parálisis del sueño. Bueno, el médico de la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM, Milton René Morán Morales, explica que esto sucede porque en el sueño MOR hay una estructura a nivel del cerebro que ocasiona que los músculos de tu cuerpo se paralicen o petrifiquen, mientras que tu actividad registrada en la corteza cerebral está activa.
El especialista también comenta que, además de personas con turnos cambiantes, la parálisis del sueño también es frecuente en hombres y mujeres diagnosticados con ansiedad, depresión o trastornos neurológicos como la narcolepsia.
La universidad publicó una lista con una serie de factores de riesgo que pueden predisponer a una persona a desarrollar parálisis del sueño y experimentar esa sensación de que se te "sube el muerto":
- Dormir boca arriba.
- Consumo frecuente de drogas
- Consumo de bebidas alcohólicas
¿De dónde viene la creencia de que se te "sube el muerto"?
Seguro que las veces que has contado que estabas despierta, pero sin poder moverte ni hablar, y que además sentías como si alguien estuviera sobre ti, te han dicho que se te "subió el muerto". Esta idea proviene de una creencia que data de la Edad Media. Y es que durante esa época la parálisis del sueño se representaba con figuras del íncubu y súcubu, que eran demonios de leyendas del medievo, por lo cual no la concebían como un asunto médico, sino como un fenómeno religioso y mágico, que generalmente se vinculaba con posesiones demoniacas.
No obstante, hoy sabemos que se trata de un despertar incompleto, originado por la unión del sueño MOR con alucinaciones que tenemos mientras estamos despiertos y nuestra actividad en la corteza cerebral está alerta.
Síntomas de la parálisis del sueño
Aunque cada persona experimenta este trastorno de forma diferente o con ciertas discrepancias, hay síntomas comunes que aparecen en la mayoría de los casos y que se van presentando por etapas. Durante la primera solemos sentir una opresión en el pecho y dificultad para respirar. Cuando estamos en una segunda fase tenemos alucinaciones e incluso llegamos a ver sombras extrañas y hasta tenebrosas. Y para la tercera y última etapa nos viene una sensación de vértigo, todo a nuestro alrededor da vueltas y no podemos hablar.
Para evitar o reducir las probabilidades de que se te "suba el muerto", el experto de la Clínica de Trastornos del Sueño sugiere que duermas adecuadamente, tanto el tiempo necesario como en una postura conveniente. Evita dormir con tus mascotas porque sus movimientos pueden interrumpir tu sueño y provocar despertares incompletos. También puedes usar tapones para los oídos a fin de aislar el ruido, usa cortinas oscuras o de telas que bloquen el paso de la luz y canaliza de mejor manera tus niveles de estrés.
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