La práctica regular de actividad física es fundamental para mantener una buena salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los adultos realicen entre 150 y 300 minutos de actividad física de intensidad moderada o 75-150 minutos de actividad vigorosa a la semana. Sin embargo, más allá de la cantidad, el entorno donde realizamos estas actividades también juega un papel esencial en nuestra salud. En este sentido, hacer ejercicio al aire libre se destaca como una opción muy beneficiosa. Los meses de verano ofrecen un atractivo especial para realizar actividades deportivas al aire libre debido a la mayor cantidad de luz solar y las condiciones climáticas generalmente favorables.
Los expertos afirman que la práctica de ejercicio en entornos naturales se asocia a un aumento de las emociones positivas, una mayor atención, energía y satisfacción, así como una reducción de la respuesta fisiológica relacionada con el estrés. Al realizar ejercicio diariamente, liberamos hormonas como la serotonina y la dopamina, que tienen un impacto positivo en nuestra salud mental.
Según María Sánchez, e-Health Manager de Cigna Healthcare en España, "el ejercicio físico es un mecanismo muy efectivo para controlar y reducir los niveles de estrés, así como para disminuir la incidencia de otras enfermedades". Además de combatir factores de riesgo perjudiciales para la salud, como el sedentarismo o la obesidad, el ejercicio al aire libre nos permite liberar endorfinas, que proporcionan una sensación de bienestar y reducen la ansiedad y el estrés. La conexión con la naturaleza amplifica este efecto relajante.
5 beneficios de realizar ejercicio al aire libre
Obtención de vitamina D
La exposición al sol al hacer ejercicio al aire libre contribuye a la síntesis de vitamina D en nuestro organismo. Esta vitamina es esencial para la salud de nuestros huesos y músculos, así como para la prevención de enfermedades cardiovasculares. Es importante recordar que, incluso en verano, debemos protegernos de la radiación solar con medidas como el uso de protector solar, gafas de sol y sombreros.
Aumento de la motivación y creatividad
Practicar ejercicio al aire libre nos expone a un entorno en constante cambio y ofrece una mayor variedad de estímulos visuales. Este entorno dinámico estimula nuestra motivación y nos hace más propensos a mantener una rutina de ejercicio constante.
Fortalecimiento del sistema inmunitario
Realizar ejercicio al aire libre en espacios naturales con una mejor calidad del aire puede fortalecer nuestro sistema inmunológico. Además, puede contrarrestar los efectos negativos de la contaminación del aire en las ciudades. Aquellas personas que sufren alergias o problemas respiratorios pueden beneficiarse al evitar las primeras horas del día o escoger lugares con menos presencia de polen.
Más endorfinas, menos estrés
La exposición a entornos verdes durante el ejercicio y en cualquier momento, como parques, montañas o playas, ayuda a reducir los niveles de estrés y a mejorar el estado de ánimo. Estar en la naturaleza nos desconecta de nuestras preocupaciones diarias y nos ayuda a despejar la mente, reduciendo la tensión mental.
Descanso mental y estímulo cerebral
Los espacios al aire libre ofrecen una amplia gama de estímulos visuales, auditivos y olfativos. Esto permite que nuestra mente descanse y se relaje. Un cerebro descansado se traduce en una mayor capacidad de aprendizaje y en el refuerzo de habilidades recién adquiridas.
Cómo inicluir el ejercicio al aire libre en tu rutina
Hacer ejercicio al aire libre no requiere de costosos gimnasios ni equipos sofisticados. Puede realizar un entrenamiento completo en su propio patio trasero, en un parque local o en una zona de juegos para niños. Tu rutina de ejercicio al aire libre debe incluir tres tipos de actividades: ejercicio aeróbico, ejercicios de estiramiento y entrenamiento de fortalecimiento. Estos ejercicios trabajan diferentes grupos musculares y proporcionan una rutina completa para mantener una buena salud.