TIERRA

Pangea Última: ¿cómo será el supercontinente que será inhabitable para la humanidad?

Aunque suena como una historia de ciencia ficción, el planeta continúa acumulando cambios a lo largo de los años.

Desierto.Fuente: Unsplash (Katerina Kerdi)
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El concepto de Pangea Última, un supercontinente que surgirá en el futuro lejano de la Tierra, ha intrigado a científicos y entusiastas de la geología durante décadas. A medida que los continentes continúan su lento y constante baile a través de las eras geológicas, los expertos han ideado teorías sobre cómo se verá el próximo supercontinente y cómo podría afectar a nuestro planeta y su biodiversidad.

Pangea Última, según las proyecciones del geólogo y paleogeógrafo Christopher R. Scotese, se formaría dentro de unos 250 millones de años. Esta hipótesis sugiere que los continentes se reunirán una vez más, uniendo América del Norte y del Sur con Eurasia y África, cerrando los océanos Atlántico e Índico en el proceso. Si bien este escenario representa un intrigante rompecabezas geológico, también plantea preocupaciones sobre su habitabilidad y sus consecuencias para la vida en la Tierra.

Una de las principales preocupaciones es el clima extremo que se espera en Pangea Última. Según un estudio dirigido por científicos de la Universidad de Bristol y publicado en Nature Geoscience, las temperaturas en el supercontinente podrían alcanzar niveles alarmantes, con promedios de entre 40 y 50 grados Celsius y picos aún más altos. Esto se debe a un aumento en la energía solar que calienta la Tierra y a la falta de masas de agua para regular la temperatura.

El resultado sería un ambiente inhóspito para muchas formas de vida que conocemos en la actualidad. Los seres humanos, junto con numerosas especies de plantas y animales, enfrentarían dificultades extremas para sobrevivir en este clima abrasador. La capacidad de los humanos para regular su temperatura corporal mediante el sudor se vería comprometida, lo que podría llevar a un aumento significativo en las tasas de mortalidad.

Además de las altas temperaturas, Pangea Última también estaría plagada de erupciones volcánicas frecuentes debido a los procesos tectónicos de la corteza terrestre. Estas erupciones podrían liberar gases y cenizas volcánicas en la atmósfera, afectando aún más el clima y la habitabilidad del supercontinente.

Este escenario plantea la posibilidad de que Pangea Última sea un lugar inhóspito y desafiante para la vida tal como la conocemos. La biodiversidad se vería amenazada, y la supervivencia de muchas especies, incluyendo a los humanos, estaría en juego.

Sin embargo, hay un consulo para las generaciones actuales: el lapso de tiempo necesario para la formación de Pangea Última es tan inmenso que las generaciones humanas actuales no tendrán que enfrentar estos desafíos.