Los principales jugadores de la industria aeroespacial en ciernes parecen preocuparse y ocuparse más por los récords históricos y beneficios monetarios a costa del perjuicio ambiental. Incluso resulta contradictorio que Elon Musk, uno de estos personajes multimillonarios en la carrera espacial entre privados, hable sobre la contaminación que genera el sector de las criptomonedas cuando más de una de sus empresas igual genera gases de efecto invernadero.
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Lanzamientos al espacio exterior generan contaminación del aire y del espacio
La carrera espacial que comenzó a mediados del siglo XX dejó de ser un asunto entre potencias mundiales, como Estados Unidos y Rusia, hace ya varias décadas. Sin embargo, desde entonces la cantidad de lanzamientos espaciales como satélites, sondas de investigación, entre otros tantos proyectos ha generado, no solo toneladas de basura espacial, sino gases y partículas contaminantes por la combustión.
Aunque ha existido investigación aeroespacial sobre el impacto que generan las partículas desencadenadas a partir de la combustión, las cuales calientan la atmósfera y que incluso pueden permanecer suspendidas durante años, aún no se puede determinar con suficiente precisión los perjuicios sobre el medio ambiente, pues uno de los desafíos pendientes está en abarcar todas las variedades de combustible que se usan.
Por ejemplo, ¿sabías que dependiendo del motor de cada cohete puede variar el estado físico en que se encuentran los compuestos que se combustionan en cada despegue? Estos elementos y compuestos pueden estar en estado sólido, líquido o gaseoso.
De hecho, Bryan K. Smith, jefe de la Oficina de Vehículos de Exploración en el centro de investigación John H. Glenn de la NASA, explica que depende del tipo de cohete y de la fase de la que se trate, algunos de los componentes utilizados en los lanzamientos son el perclorato de amonio con aluminio, hidrógeno líquido, oxígeno líquido o RP-1 (equivalente al queroseno).
¿Qué contaminantes se emiten en los lanzamientos de cohetes espaciales?
En la combustión se emiten gases como el dióxido de carbono, uno de los agentes que favorecen el calentamiento global, así como pequeñas partículas que se expulsan durante el proceso, las cuales podrían ser más perjudiciales para la atmósfera, según el ingeniero jefe de la Aerospace Corporation Martin Ross.
Ross señala que también se expulsa hollín y dióxido de aluminio (alúmina). Partículas que quedan suspendidas en la estratosfera y que, de acuerdo con algunas investigaciones, contribuyen a la dilución de la capa de ozono, no obstante la magnitud de esta deposición aún no se conoce, por ello debería estudiarse más.
En cuanto a los estados físicos en los que se encuentran los combustibles (sólido, líquido y gas), los que más pequeñas partículas de óxido de aluminio producen son los sólidos, aunque la mayoría de los cohetes ya no utiliza estos. Pero los líquidos son los que más hollín producen, estos son usados en los motores de los Falcon 9 de la empresa SpaceX de Elon Musk, el cual está compuesto del dark carbon, cuyos efectos en el medio ambiente también se han estado investigando.
De acuerdo con la Universidad de Columbia, el dark carbon es el segundo de los gases responsables del cambio climático (detrás del CO2), debido a sus efectos como la absorción de energía solar, que puede ser un millón de veces más potente que la del dióxido de carbono. Sin embargo, esto no ha sido determinado con precisión ya que existe interacción con otros compuestos (como sulfatos y nitratos).
Ross explica que el hollín crea una capa fina que capta y absorbe la luz solar (como un paraguas), siendo al mismo tiempo un factor enfriador y calefactor de la atmósfera. Con esto se favorece el calentamiento de la atmósfera, por lo que ocurren más reacciones químicas y más riesgo de que se debilite la capa de ozono por los compuestos producidos.
¿Hay alguna solución a la contaminación de la industria aeroespacial?
El ingeniero Jim Vedda, quien ha investigado junto con Ross, planteó la necesidad de tener mayor conocimiento acerca de las emisiones de los lanzamientos al espacio exterior y su impacto a largo plazo, pues es muy probable que incrementen estos eventos, especialmente a partir de la naciente industria aeroespacial turística, en la cual empresas como Virgin Galactic de Richard Branson, Blue Origin de Jeff Bezos y SpaceX de Elon Musk han dado a conocer planes de más lanzamientos sin que exista una legislación que las controle y regule.
¿Realmente vale el costo al medio ambiente el querer convertirnos en astronautas?