Las criptomonedas están cobrando mayor protagonismo en todo el mundo y con su popularidad el minado de estas monedas digitales se convierte en una actividad más cuestionable, principalmente por el impacto que el activo digital tiene en el medio ambiente. Ante esto, organizaciones tanto ambientales como tecnológicas y de la sociedad civil comenzaron a dar pasos en lo que parece la dirección correcta en camino al “greenblockchain”.
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¿Qué es el blockchain?
Podemos definir al blockchain (cadena de bloques) como un registro único consensuado y distribuido en varios nodos de una red en donde se registran transacciones, más popularmente las de las criptomonedas.
Actualmente tiene diferentes usos comerciales y de acuerdo con datos recabados por ESET se proyecta que alcance un crecimiento del 51% para 2022 en diferentes mercados como el financiero e Internet de las Cosas (IoT). Para conocer más sobre la tecnología blockchain, te recomiendo este texto donde se habla más a detalle del tema.
¿Qué es el blockchain verde?
Inspirado en el Acuerdo de París, el “Crypto acuerdo climático” es una iniciativa privada para la comunidad de las criptomonedas que busca descarbonizar la industria en un tiempo record, el objetivo es que en 2025 las tecnologías que soportan el mundo criptográfico lo hagan con energía renovable; la iniciativa también incluye a tecnologías para el procesamiento de datos, la nube, redes sociales e Inteligencia Artificial.
De acuerdo con las empresas que integran el acuerdo y con información del medio Egade Ideas, la solución no es decir que la industria criptográfica es verde, porque no lo es, sino empezar a buscar la forma de que a largo plazo el blockchain sea suministrado únicamente con energía renovable.
Asimismo, la escena financiera ha puesto manos a la obra en la creación de cadenas de bloques más ecológicas; las fintech principalmente han promovido este movimiento ecológico entorno a la tecnología financiera de lo cual han surgido startups y productos financieros que ayudan a aminorar la huella de carbono no solo que supone el uso de la tecnología que las impulsa sino también de la que ya existía antes de ellas, algunos productos y empresas son:
- Ando Money: Esta fintech con sede en San Diego, California apoya la energía limpia y se centra en evitar el financiamiento de los combustibles fósiles no renovables, asimismo, sus inversiones buscan reducir la emisiones de carbono para combatir el cambio climático.
- Atmos: La fintech con sede en San Francisco, California, funciona como una cuenta de ahorros que invierte en energía limpia, los depósitos a la fintech financian tecnologías e infraestructura necesarias para combatir el cambio climático global. La compañía señala que al abrir una cuenta en Atmos el usuario se beneficia de tasas de ahorro más altas mientras transiciona hacia la economía limpia.
- Doconomy: De la mano de Mastercard, ésta fintech de origen sueco permite a sus usuarios orientar sus decisiones financieras cotidianas a opciones sostenibles en busca de minimizar las emisiones de carbono, asimismo, Doconomy permite a los usuarios medir y seguir las emisiones de carbono que sus gastos implican.
- Helios: Potenciada por Visa, esta fintech francesa señala que tener dinero en el banco contamina incluso más que el consumismo, este argumento se basa en que el dinero en los bancos, incluso los de cuentas corrientes circula y permite a las instituciones bancarias financiar industrias que dañan al medio ambiente, Helios financia directamente a empresas que apoyan iniciativas verdes y conservan los ecosistemas.
- NetZero: esta es una fintech con sede en San Diego, California, que permite por medio de su app rastrear y reducir la huella de carbono mientras se utiliza. Dentro de su app es posible visualizar el seguimiento de emisiones de las compras realizadas, las categorías de compras que generan más emisiones, además de consejos personalizados para aminorar la huella de carbono.