La antigua moneda de 50 pesos con la imagen de la Diosa Coyolxauhqui es una de las piezas más representativas de la familia de monedas conmemorativas de la Nueva Generación del Banco de México. Su diseño resalta el relieve de la deidad mexica, cuya representación se basa en la escultura monolítica encontrada en el Templo Mayor de la Ciudad de México. Esta moneda despierta gran interés entre entusiastas de la numismática debido a su significado histórico y a su estética única.
El anverso de la antigua moneda mantiene el tradicional Escudo Nacional con la leyenda “Estados Unidos Mexicanos”, mientras que en el reverso se encuentra la imagen de Coyolxauhqui, acompañada de la denominación de 50 pesos y la inscripción “BANCO DE MÉXICO”. Fabricada en una aleación de bronce y aluminio, la pieza que enloquece a la numismática cuenta con un diámetro de 32 mm y un borde liso. Su diseño conmemora el legado prehispánico y es parte de la serie de monedas conmemorativas con elementos históricos de México.
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No se puede empeñar en casas de empeño, pero alcanza altos precios en internet
A pesar de su atractivo para coleccionistas, las casas de empeño en México no aceptan la antigua moneda de 50 pesos de Coyolxauhqui como garantía de préstamo. Esta restricción se debe a que la moneda conmemorativa sigue con varias piezas en México y no se considera un activo de alto valor inmediato en el sistema de empeño. Sin embargo, en plataformas de compraventa en línea, las ofertas por esta moneda alcanza precios considerablemente superiores a su valor nominal.
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En sitios de comercio electrónico, la antigua moneda de Coyolxauhqui alcanza precios de hasta 4,930 pesos mexicanos. Este fenómeno se debe a la creciente demanda de coleccionistas que buscan piezas en excelente estado de conservación o con características particulares, como errores de acuñación o ediciones específicas con baja circulación.
La diferencia entre el valor nominal y el precio de venta en internet genera un mercado paralelo en el que vendedores particulares ofrecen la moneda conmemorativa de la diosa a precios elevados. Esta situación es común en la numismática, donde ciertas piezas adquieren un valor superior en función de su rareza y del interés de los coleccionistas. Pese al interés por esta antigua moneda, ni el Monte de Piedad, ni Montepío, ni ninguna casa de empeño en México permite empeñar esta pieza.
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