Si tienes una moneda de 20 pesos conmemorativa o premiada, probablemente ya sabes que su valor puede ir mucho más allá de su denominación. Ya sea porque pertenece a una edición especial o porque ganó reconocimiento por su diseño, este tipo de monedas puede ser un tesoro para coleccionistas y entusiastas de la numismática. Pero eso sí, siempre hay que tener cuidado con su valoración. Sin embargo, conservar su valor implica seguir ciertos cuidados específicos. Aquí te compartimos tres recomendaciones que te ayudarán a mantener tu moneda en las mejores condiciones posibles.
1. Manejo adecuado: evita tocarla directamente
El contacto directo con las manos puede afectar significativamente el estado de tu moneda. La grasa natural de la piel, junto con la suciedad o el sudor, puede provocar manchas permanentes o acelerar su desgaste. Para manipularla, utiliza guantes de algodón o látex sin talco. Si no tienes guantes, asegúrate de sujetarla únicamente por los bordes y evita tocar la superficie.
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Además, evita colocar la moneda sobre superficies ásperas o sucias, ya que podrían ocasionar rasguños o daños. Una moneda con marcas visibles pierde valor automáticamente, sobre todo si aspiras a venderla en el futuro o conservarla como una pieza de colección.
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2. Almacenamiento seguro: elige los materiales correctos
Una vez que hayas manipulado tu moneda correctamente, es fundamental guardarla en un lugar que la proteja del polvo, la humedad y la luz directa. La mejor opción son cápsulas acrílicas transparentes diseñadas específicamente para monedas, ya que ofrecen aislamiento y permiten observarla sin necesidad de sacarla.
También puedes optar por estuches o bolsas de plástico libres de ácido, que previenen la oxidación o decoloración. Evita los contenedores metálicos o de cartón, ya que podrían reaccionar químicamente con los materiales de la moneda. Finalmente, asegúrate de mantenerla en un lugar fresco y seco, lejos de fuentes de calor o humedad excesiva, que podrían acelerar su deterioro.
3. Limpieza: menos es más
Aunque pueda parecer lógico limpiar una moneda para mantenerla reluciente, lo mejor es evitar hacerlo a menos que sea estrictamente necesario. La limpieza inadecuada puede ocasionar daños irreparables, como rayones o la eliminación del pátina original, algo muy valorado en monedas antiguas o conmemorativas.
Si decides limpiar tu moneda, utiliza únicamente agua destilada y un paño de microfibra suave. No emplees productos químicos ni abrasivos, ya que pueden reaccionar con los metales y alterar el diseño. Si necesitas una limpieza más profunda, consulta a un experto en numismática que pueda realizar el proceso sin riesgos.
Cuidar una moneda de 20 pesos premiada es una tarea sencilla si sigues estas recomendaciones. Un manejo adecuado, un almacenamiento seguro y una limpieza responsable son claves para mantener su valor.
Ten siempre en consideración que estas piezas son objetos de colección, pero algunas de ellas podrían ser monedas circulantes, por lo que no todas, pese a su aparente buen estado, tienen el mismo valor.
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