En México, los aficionados a la numismática saben que la Familia del Centenario acuñada en el siglo pasado y que consta del Centenario (50 pesos oro), Azteca (20 pesos oro) e Hidalgo son las más valiosas y por las que más dinero te pagan los numismáticos y coleccionistas. Sin embargo, como este metal precioso es el más codicioso, también es el que más se falsifica. Si en tu colección tienes un ejemplar de este tipo o vas a comprar uno, aquí te detallamos cuál es el truco para saber si las monedas son de oro (o no).
En el mundo de la numismática, las monedas de oro puro son las más caras y es que este metal precioso es uno de los activos más rentables, involátil y seguro a la hora de invertir. Durante siglos, este metal fue y sigue siendo uno de los métodos de pago más importantes pues el oro conserva su valor incluso cuando se deprecian las monedas. Al ser una oportunidad de inversión segura muchos consideran estas piezas parte fundamental de su cartera financiera.
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Dada la importancia que representan las monedas de oro, cuando un coleccionista va a comprar una, o bien, cuando una persona hereda una colección de pecunias antiguas, es imprescindible que sepa si las piezas con las que cuenta están hechas de este material precioso y así, pueda tener la certeza de que son valiosas y por lo tanto, que en caso de venderlas, pueda ofertarlas a un precio justo y rentable.
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¿Cómo saber si una moneda es de oro?
Lo primero que tienes que saber es que para determinar si tu moneda es de oro deberás evitar comprobarlo a través de métodos invasivos que puedan alterar la composición, el diseño o la forma de la pecunia. Por ello, tendrás que tener en cuenta que las sustancias químicas se deben evitar a toda costa para que no pierdan su valor. El truco más sencillo para saber si las piezas están hechas de este metal precioso es el del imán.
Para saber si tus monedas son de oro, uno de los trucos más fáciles es el del imán, y es que este metal precioso tiene un nivel muy bajo de magnetismo. Solo deberás inclinar la pecunia en un ángulo de 45 grados,, colocar el imán sobre el ejemplar y ver cómo se desliza.
Si el imán se queda pegado a la moneda quiere decir que la pieza NO está hecha de oro. Si se desliza con facilidad y rápidamente, sin que se presente ningún tipo de atracción, tampoco es de este metal precioso. En cambio, cuando el magneto se desliza lentamente la pecunia es de oro, y es que este metal producirá un efecto en el imán para intentar atraerlo, por lo que el movimiento será más pausado.
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