La temporada de ciclones en México continúa activa y, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el país está bajo la amenaza de posibles formaciones ciclónicas en los próximos días. Actualmente, se monitorean cuatro zonas de baja presión que podrían evolucionar hacia fenómenos más intensos, como depresiones tropicales, tormentas o incluso huracanes. Estas áreas están ubicadas tanto en el mar Caribe como en el golfo de México y el océano Atlántico, lo que genera alerta entre las autoridades y la población.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió advertencias sobre el potencial desarrollo de estos sistemas en el transcurso de la próxima semana. Dos de las zonas de baja presión, están localizadas en el noroeste del mar Caribe y en el suroeste de las costas de Jalisco, Colima y Michoacán; mientras que otras dos áreas de baja presión están en el Atlántico central y en las cercanías de las islas Azores.
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La posibilidad de que una de estas zonas de baja presión afecte el territorio mexicano puso en alerta a las autoridades de protección civil, que ya se preparan para implementar protocolos de emergencia en caso de que la situación se agrave. Ante la proximidad de estos fenómenos, la Conagua ha instado a la población a mantenerse informada y seguir las recomendaciones de las autoridades locales para garantizar su seguridad.
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Zona de baja presión en el noroeste del mar Caribe y el golfo de México
Uno de los sistemas que genera mayor preocupación es una zona de baja presión que se encuentra sobre el noroeste del mar Caribe y que podría extenderse hacia el golfo de México. Según el pronóstico, este sistema tiene un 50% de probabilidades de desarrollo ciclónico en los próximos siete días. Se prevé que, si las condiciones atmosféricas lo permiten, podría convertirse en una depresión tropical a principios o mediados de la próxima semana.
El desplazamiento del sistema se dirige hacia el norte o noroeste, lo que podría impactar directamente las áreas del sur del golfo de México. Esto implicaría un riesgo significativo para los estados costeros como Tamaulipas, Veracruz y Tabasco. La Conagua enfatizó la importancia de monitorear este sistema debido a su potencial para provocar lluvias intensas, fuertes vientos y oleaje elevado, que podrían causar inundaciones y daños en infraestructuras.
Otra zona de baja presión bajo vigilancia está localizada en el Atlántico central, a unos 3,270 km al este-noreste de las costas de Quintana Roo. Aunque su probabilidad de desarrollo ciclónico es baja, con un 10% en las próximas 48 horas, sigue generando lluvias y tormentas eléctricas en su área de influencia. A pesar de su poca organización, este sistema podría continuar su trayectoria hacia el noroeste, aunque se espera que las condiciones climáticas en la región limiten su desarrollo.
Asimismo, se monitorea una tercera área de baja presión asociada con los remanentes de la tormenta Gordon. Este sistema, ubicado a 4,380 km al este-noreste de Quintana Roo, también tiene un 10% de probabilidad de desarrollo ciclónico en los próximos días. Actualmente, se encuentra generando lluvias desorganizadas al suroeste de las islas Azores, y aunque su desarrollo es incierto, las autoridades mantienen una vigilancia constante.
Posible desarrollo ciclónico frente a las costas del Pacífico mexicano
En el Pacífico mexicano, se espera la formación de otra zona de baja presión al suroeste de las costas de Jalisco, Colima y Michoacán. Este sistema también tiene un 50% de probabilidades de convertirse en ciclón en los próximos siete días, lo que pone en alerta a las autoridades y poblaciones costeras de estos estados.
El SMN señaló que, de desarrollarse, este sistema podría generar fuertes lluvias, vientos y oleaje elevado en las costas del Pacífico central. Las autoridades locales ya han comenzado a preparar protocolos de emergencia para enfrentar cualquier eventualidad y han llamado a la población a estar atenta a las actualizaciones del clima.
¿Qué medidas se deben tomar ante la posibilidad de ciclones?
Dado el aumento en la actividad ciclónica en la región, es crucial que la población de las zonas costeras se mantenga informada y preparada para cualquier emergencia. Las autoridades recomiendan asegurar viviendas, evitar actividades en el mar y acatar las indicaciones de las autoridades locales.
Además, se aconseja estar pendientes de los avisos meteorológicos emitidos por la Conagua y el Servicio Meteorológico Nacional, ya que los pronósticos pueden cambiar rápidamente. También es importante tener a la mano un kit de emergencia con documentos importantes, alimentos no perecederos y medicamentos en caso de evacuaciones.
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