En esta época es inevitable la comparación entre las capacidades de la inteligencia artificial (IA) y las nuestras. Ante la frecuencia de esta pregunta consulté varios artículos y encontré uno escrito por Erik J. Larsson, autor de varios libros relativos a la IA, publicado en la revista digital Nautilus. Me parece que trata el tema de una manera sencilla y amena, y espero que mi presentación de sus ideas en esta columna genere a usted la misma impresión.
Diferencias entre un niño de 5 años y la Inteligencia Artificial
Sentido común
El sentido común se basa en una serie de conceptos básicos disponibles para los humanos desde una edad muy temprana. Sabemos que los objetos no aparecen ni desaparecen de la nada, que las cosas poseen formas que pueden ser manipuladas y modificadas en el espacio y el tiempo. Un niño de 5 años puede sacar conclusiones del tipo “si ruedo este vaso en la mesa, caerá al suelo y se romperá”.
El sentido común es solo una de las facetas de la inteligencia humana que no está presente en los modelos lingüísticos gigantes (LLM, por sus siglas en Inglés), que utilizan el aprendizaje automático para comprender y generar texto. Hay muchas cosas aún que no pueden entender. Es así que Larsson se propuso comparar más de cerca a los titánicos LLM contra el poderoso intelecto de un niño de 5 años. He aquí sus hallazgos.
Habilidades lingüísticas
Los LLM tienen acceso a un vocabulario en constante expansión capaz de generar versos que harían que Cervantes se desmayara y logran explicar la física cuántica como si estuvieran explicando la forma de preparar un sándwich. Pueden transitar sin problemas desde la preparación de un artículo académico hacia la redacción de una carta de amor, mostrando una destreza lingüística sumamente versátil.
Los niños de 5 años son conocidos por su amor por palabras como “supercalifragilisticoexpialidoso” (de la autoría de Mary Poppins) y su tendencia a inventar palabras cuando las que conocen no son suficientes. Las conversaciones con ellos (y entre ellos) pueden pasar de la vida de los dinosaurios a los motivos por los cuales el cielo es azul, en un abrir y cerrar de ojos.
Un niño de 5 años es un maestro de la narrativa, capaz de crear historias fuera de todo control, donde los unicornios luchan contra robots y el perro de la familia es el héroe secreto. Sus historias no están limitadas por la realidad, que es precisamente la razón por la que nos fascinan.
Conocimiento del mundo
Los LLM son enciclopedias virtuales, que cuentan con datos acerca de todo, desde los hábitos alimenticios del gusano barrenador hasta la historia del imperio sumerio; desde la explicación del funcionamiento del sistema circulatorio hasta los detalles de los eventos de la Revolución Francesa.
Son expertos en verificación rápida de datos y en proporcionar información de fondo sobre una gran cantidad de temas; sobresalen también en responder preguntas de trivia y en proporcionarnos rápidamente datos puntuales. Ya sea que se necesite conocer el nombre de la capital de Bután o la fórmula química de la sal de mesa, los LLM nos apoyan.
El niño de 5 años posee una curiosa comprensión del mundo, expresada en preguntas como “¿por qué la luna nos sigue?” o “¿cómo comen los árboles?” Son conocidos por poseer una curiosidad científica ilimitada que mantiene a los adultos en constante estado de alerta y que es esencial para su desarrollo cognitivo.
Si el conocimiento del niño de 5 años es limitado, su imaginación llena todos los vacíos. Pregúnteles sobre el espacio y escuchará referencias a marcianos (todos los alienígenas son marcianos) que viven en planetas de hechos de helado, así como a naves espaciales ensambladas a base de bigotes de gato y paletas de chocolate.
Sentido común y comprensión contextual
Los LLM pueden establecer conexiones lógicas basadas en patrones detectadas en los textos con los que fueron entrenados, así entienden que si “llueve, el suelo se moja”. Sin embargo, puede ser que no comprendan que traer un paraguas es el siguiente paso a seguir al ver un suelo húmedo, a menos que ello esté explícitamente indicado en esos textos.
Son capaces de generar respuestas que son contextualmente precisas, siempre que esos contextos estén bien definidos en los datos con los que cuentan. Los LLM pueden tener dificultades con frases ambiguas como “¿me puedes pasar la sal?”, pero típicamente saben cuándo decir “gracias” después de un cumplido.
Los niños de 5 años saben que no deben colocar juguetes encima de un pastel, aunque podrían intentarlo solo para ver qué sucede. Pueden decir “gracias” después de un cumplido, pero también son capaces de sacarnos la lengua. Entienden el concepto de gravedad cuando su helado se cae, pero podrían argumentar que fue “culpa de la gravedad” cuando tropiezan con sus propios pies.
Pueden entender que la hora de dormir significa ponerse la piyama y cepillarse los dientes, pero podrían insistir en que usar una capa de superhéroe para dormir es una parte necesaria de la rutina, por si acaso necesitan volar en sus sueños.
Imaginación y creatividad
El LLM puede crear una historia donde aparezcan dragones y caballeros o una epopeya de ciencia ficción futurista combinando elementos de enormes bases de datos. Su creatividad se evidencia en su capacidad para producir texto que suena imaginativo, aunque no siempre original.
La mente del niño de 5 años es un jardín sin límites. Inventan amigos invisibles que hablan en rimas y mundos donde todos los animales usan sombrero y lentes oscuros. El arte de un niño podría incluir un arcoíris junto a una jirafa porque… ¿por qué no podría una jirafa tener un día encantador?
Inteligencia emocional
El LLM puede detectar tonos emocionales en los textos y generar respuestas que parecen empáticas, aunque su actuación es más parecida a la de un interrogador que a la de un participante en la conversación. La tecnología de procesamiento de datos proporciona lenguaje de apoyo al momento en que éste se le solicita, en un tono perfecto para un abrazo virtual.
Cuando alguien llora, el instinto de un niño de 5 años es abrazar al triste u ofrecerle un juguete como ofrenda de paz. Los niños de 5 años son conocidos por experimientar sentimientos profundos y responder con calidez genuina. Pueden aprender sobre las emociones a través de interacciones con otras personas, al darse cuenta de que decir “por favor” consigue más dulces que el señalar “ahora”.
Conclusiones
Los LLM impresionan con su vasto conocimiento, versatilidad lingüística y capacidad para generar texto coherente y complejo respecto de una cantidad de temas prácticamente sin fin. Sirven como poderosas herramientas para el procesamiento de información, proporcionando acceso rápido a hechos y generando contenido creativo que imita el lenguaje humano. Pero están limitados por los datos con los que han sido entrenados y carecen de comprensión genuina, sentido común y profundidad emocional.
Los niños de 5 años poseen una poderosa mezcla de curiosidad, imaginación e inteligencia emocional. El conocimiento del niño está arraigado en la experiencia personal y se expresa a través de la narración imaginativa, el razonamiento espontáneo y la empatía genuina. Aunque puede ser que no conozcan todas las ciudades capitales del mundo o las fechas históricas importantes en su país, su capacidad para inventar cuentos, entender el contexto a través del juego y conectar con otros a nivel emocional es lo que los hace, y a los humanos en general, tan inteligentes, perspicaces y encantadores.
GANADOR
¡El niño de 5 años!
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