En los próximos días, las costas de Jalisco y Guerrero podrían enfrentar condiciones climáticas severas debido a la posible formación de dos ciclones tropicales en el Océano Pacífico. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), se estima que en los próximos siete días se desarrollen dos zonas de baja presión con potencial para convertirse en ciclones tropicales, que llevarían los nombres de Gilma y Héctor. Estos fenómenos podrían provocar lluvias intensas, fuertes rachas de viento, y otros efectos adversos en las regiones costeras de México.
La primera de estas zonas de baja presión se encuentra ubicada frente a las costas de Guerrero, Michoacán, Colima y Jalisco. Esta región mantiene un 30 por ciento de probabilidad de desarrollo ciclónico en los próximos siete días, según informó el SMN. De evolucionar a un ciclón tropical, este sistema podría recibir el nombre de Gilma y tendría un impacto directo en estas entidades, aumentando el riesgo de lluvias torrenciales, deslaves e inundaciones en áreas vulnerables.
Por otro lado, la segunda zona de baja presión se sitúa al suroeste de la península de Baja California, también con un 30 por ciento de probabilidad de desarrollo ciclónico en los próximos siete días. Si esta segunda área de baja presión se convierte en ciclón, llevaría el nombre de Héctor. Ambos sistemas representan una amenaza significativa para las regiones mencionadas, donde las autoridades ya han comenzado a monitorear la situación de cerca y a emitir recomendaciones para la población.
¿Cuál sería el impacto de los ciclones Gilma y Héctor?
De desarrollarse como ciclones tropicales, tanto Gilma como Héctor podrían tener efectos devastadores en las costas mexicanas. Las lluvias asociadas a estos fenómenos meteorológicos podrían estar acompañadas de descargas eléctricas, fuertes rachas de viento y la posible caída de granizo. Esto incrementaría los riesgos de desbordamientos en ríos y arroyos, así como deslaves y encharcamientos que podrían afectar a las comunidades más vulnerables. Las inundaciones en zonas bajas también son una preocupación importante, especialmente en regiones donde las infraestructuras de drenaje son limitadas.
Además, el SMN ha alertado que esta temporada de huracanes 2024 en el Océano Pacífico podría ser particularmente activa, con la formación de tres a cuatro huracanes de categoría 3 a 5 que podrían impactar a México. Estos huracanes, que se consideran severos debido a la velocidad de sus vientos y la magnitud de las marejadas ciclónicas que provocan, pueden tener consecuencias catastróficas para las zonas afectadas. En particular, los huracanes de categoría 5, como el reciente huracán Otis, son los más peligrosos, ya que sus vientos pueden superar los 250 kilómetros por hora y generar olas de hasta seis metros de altura o más.
¿Cuáles son las medidas de prevención?
Ante esta situación, las autoridades de Protección Civil en los estados de Jalisco, Guerrero, Michoacán, Colima y Baja California han comenzado a implementar medidas preventivas. Se recomienda a la población mantenerse informada a través de los medios oficiales y seguir las indicaciones de las autoridades locales. Entre las medidas preventivas sugeridas, se incluyen asegurar techos, ventanas y puertas, evitar transitar por zonas inundables y tener a la mano un kit de emergencia con alimentos no perecederos, agua potable y medicamentos.
Asimismo, las comunidades costeras y rurales deben estar preparadas para posibles evacuaciones en caso de que las condiciones meteorológicas empeoren. Las autoridades han destacado la importancia de tener rutas de evacuación claras y lugares seguros identificados para refugiarse en caso de emergencia. Es fundamental que los residentes sigan de cerca las actualizaciones meteorológicas y estén atentos a cualquier cambio en la trayectoria o intensidad de estos sistemas.
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