La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha intervenido de manera decisiva en la reciente controversia con Ticketmaster, otorgándole a la empresa un plazo de 48 horas para retractarse de su nueva cláusula de no reembolso en festivales. Esta cláusula, introducida el 11 de junio, estipulaba que los consumidores aceptaban la compra de boletos sin posibilidad de reembolso en caso de que uno o más artistas cancelaran su participación en el evento. La medida generó una oleada de quejas y críticas por parte de los consumidores, quienes consideraron esta política como injusta y perjudicial.
La Profeco, en defensa de los derechos de los consumidores, respondió rápidamente. El 12 de junio, la entidad gubernamental emitió un comunicado exigiendo a Ticketmaster que eliminara dicha cláusula en un plazo de 48 horas. Profeco enfatizó que la única opción válida en caso de cancelación de un artista debe ser el reembolso completo del boleto, rechazando categóricamente cualquier política que obligue a los usuarios a aceptar condiciones desfavorables.
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La respuesta de Ticketmaster
Ticketmaster acató la orden de Profeco, retirando la polémica cláusula en menos de 24 horas. Este gesto fue recibido con aplausos por parte de los consumidores y en las redes sociales, donde muchos expresaron su satisfacción con la intervención de Profeco.
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La situación se desencadenó cuando Ticketmaster, el pasado 11 de junio, añadió una nueva cláusula en la preventa de boletos al poner a la venta los boletos para los festivales Coca-Cola Flow Fest y Festival Arre, a realizarse este año. Esta cláusula establecía que, al comprar un boleto, los consumidores aceptaban que no habría reembolso en caso de que uno o más artistas cancelaran su participación en el evento. Las reacciones negativas no se hicieron esperar. Muchos consumidores se volcaron a las redes sociales para expresar su descontento, acusando a Ticketmaster de abusar de su posición dominante en el mercado de venta de boletos.
Profeco y la defensa de los consumidores
Profeco argumentó que la cláusula de Ticketmaster era una clara violación de los derechos de los consumidores, quienes tienen derecho a recibir lo que pagaron o, en caso contrario, a obtener un reembolso completo. La intervención de Profeco se basó en la premisa de que ninguna empresa puede imponer condiciones que perjudiquen a los consumidores o les priven de sus derechos básicos.
En las redes sociales, muchos usuarios expresaron su satisfacción con la intervención de Profeco y la respuesta de Ticketmaster. Algunos comentarios celebraban el hecho de que una entidad gubernamental defendiera activamente los derechos de los consumidores y presionara a una gran corporación para que cambiara sus políticas.
La intervención de Profeco en la controversia con Ticketmaster destaca la importancia de las instituciones gubernamentales en la protección de los derechos de los consumidores. La rápida respuesta de Profeco y la posterior retractación de Ticketmaster refuerzan la idea de que los consumidores deben ser tratados con justicia y que sus derechos deben ser respetados en todo momento.
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