LA NADA Y UNO

Los retos y oportunidades de usar la IA como consejero en las empresas

Es probable que el consejo de administración del futuro sea un entorno híbrido, donde la IA y la inteligencia humana coexistan y se complementen en una relación simbiótica.

El uso de la IA en las empresas avanza cada vez másCréditos: Especial
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En la era de los grandes números y los avances tecnológicos vertiginosos, la inteligencia artificial ya no es solo un concepto futurista: se ha incorporado firmemente a nuestra realidad. Sin embargo, un ámbito donde la influencia de la IA puede ser particularmente impactante pero es a menudo pasada por alto es en la sala del consejo de administración.

Las juntas de consejo han sido el dominio exclusivo de la inteligencia humana, donde las decisiones estratégicas se toman combinando la experiencia, la intuición y el análisis riguroso. Los consejeros, con su inteligencia y experiencia colectivas, han sido durante mucho tiempo responsables de navegar a través de retos cada vez más complejos, identificar oportunidades y trazar el curso para el éxito a largo plazo de las empresas.

Sin embargo, a medida que las tecnologías de IA se vuelven más avanzadas y accesibles, un número creciente de empresas está explorando maneras diversas de aprovechar esta poderosa herramienta en sus procesos de toma de decisiones. Los beneficios potenciales son muy significativos y prometen reestructurar la naturaleza misma de la gobernanza corporativa y la planeación estratégica.

Mejora en la toma de decisiones con base en datos

Una de las ventajas más evidentes de la IA como apoyo en la sala de consejo es su capacidad para procesar rápidamente enormes cantidades de datos, identificar tendencias y generar ideas que serían virtualmente imposibles de discernir para los humanos.

Al aprovechar algoritmos de aprendizaje automático y el análisis avanzado de datos, los sistemas de IA pueden filtrar informes financieros, tendencias del mercado, datos de comportamiento del consumidor y actividades de competidores, transformando datos dispersos en ideas ejecutables.

Este enfoque basado en datos puede ayudar a los consejos de administración a tomar decisiones más informadas, respaldadas por evidencia objetiva e inmediatamente disponible, en lugar de depender de la intuición o de experiencias pasadas que podrían ya no resultar aplicables.

Además, las capacidades predictivas de la IA pueden apoyar a los consejeros en la planificación de escenarios y evaluación de riesgos. Al analizar datos históricos y simular varios posibles resultados, los algoritmos pueden ayudar a identificar riesgos y disrupciones potenciales, permitiendo el diseño de estrategias de mitigación proactivas.

Inteligencia de mercado en tiempo real

La IA puede también proveer a los consejos de administración con inteligencia de mercado en tiempo real, permitiéndoles responder rápidamente a condiciones cambiantes y capitalizar oportunidades emergentes. Los procesos de toma de decisiones tradicionales a menudo se basan en informes periódicos e indicadores rezagados, lo que puede resultar en respuestas tardías y oportunidades perdidas.

Con el monitoreo de flujos de datos en tiempo real y su análisis impulsado por IA, como el sentimiento en las redes sociales, las fluctuaciones del mercado y los patrones de comportamiento del consumidor, los consejeros pueden obtener una comprensión más completa y actualizada de su entorno operativo.

Esta habilidad puede ser una ventaja competitiva muy importante en el panorama empresarial actual, el cual es muy fluido y se encuentra en constante evolución. Mejora de la dinámica y los procesos propios de los consejos de administración

Más allá de estas aplicaciones prácticas, la IA también tiene el potencial de mejorar la dinámica y los procesos de toma de decisiones de los consejeros. Los sistemas pueden programarse para resaltar puntos de vista disidentes o cuestionar supuestos, incitando a los consejeros a considerar perspectivas alternas y participar en debates más robustos. Esto puede ayudar a mitigar el riesgo de pensamiento grupal (“group think”) y asegurar que las decisiones sean examinadas desde múltiples ángulos.

Así mismo, los análisis generados por IA pueden ayudar a identificar puntos ciegos o áreas donde el consejo de administración necesite experiencia adicional, permitiendo que los consejeros busquen el apoyo de expertos para proporcionarles ideas y orientación más profundas.

Abordando consideraciones éticas y desafíos

A pesar de estas perspectivas prometedoras, la integración de la IA en las operaciones de los consejos de administración no está exenta de desafíos y consideraciones éticas que deben analizarse cuidadosamente.

Una preocupación importante es el potencial de que los sistemas de IA perpetúen o amplifiquen sesgos existentes, especialmente si los datos de entrenamiento utilizados para desarrollar los algoritmos están sesgados, incompletos o reflejan prejuicios sociales. Esto podría llevar a procesos de toma de decisiones defectuosos y agravar problemas existentes dentro de las organizaciones.

La implementación de IA en el consejo de administración plantea también interrogantes en torno a la responsabilidad y transparencia. A medida que los sistemas se vuelven más complejos y autónomos, puede ser cada vez más difícil entender la manera en que se llegó a ciertas decisiones o a recomendaciones específicas.

Esta falta de transparencia podría minar la confianza en el proceso de toma de decisiones y plantear preocupaciones en torno al cumplimiento normativo y la responsabilidad legal.

Si los miembros del consejo de administración confían demasiado en las recomendaciones de IA podrían delegar la toma de decisiones a los algoritmos, sin analizar ni comprender las causas subyacentes. Esto podría llevar a una abdicación de su responsabilidad y una pérdida de los valiosos conocimientos, la intuición y la guía moral que tradicionalmente han normado la toma de decisiones en los consejos de administración.

Delineando el camino a seguir

A pesar de estos desafíos, la integración de la IA en la dinámica del consejo de administración es una realidad inevitable a medida que las empresas se esfuerzan por permanecer competitivas y capitalizar el potencial transformador de estas tecnologías.

Un enfoque a considerar es la adopción de sistemas tipo “human-in-the-loop” (“humanos integrados” o HITL), donde las tecnologías de IA se utilizan como herramientas de apoyo a la toma de decisiones y no como tomadores de decisiones autónomos. Al mantener importantes fases de supervisión bajo el control humano, los sistemas HITL pueden aprovechar las fortalezas tanto de la IA como de la inteligencia humana, mientras mitigan los riesgos asociados con la autonomía de una IA fuera control.

En este modelo, los sistemas de IA proporcionarían ideas, análisis y recomendaciones basadas en datos, pero las decisiones finales seguirían estando en manos de los consejeros. El papel de la IA sería potenciar e informar el proceso de toma de decisiones, no reemplazar el juicio y la responsabilidad humanos.

Las empresas deben también priorizar la transparencia y la trazabilidad en sus sistemas de IA, asegurando que los algoritmos y los procesos de toma de decisiones relacionados sean susceptibles de ser interpretados y auditados. Esto no solo fomenta la confianza y la responsabilidad, sino que también permite una mejora continua y refinamiento de los modelos de IA; los cuales considero deben estar basados en la retroalimentación humana y los resultados ocurridos en el mundo real.

El consejo de administración del futuro: un ecosistema colaborativo

Es probable que el consejo de administración del futuro sea un entorno híbrido, donde la IA y la inteligencia humana coexistan y se complementen en una relación simbiótica. La IA será una herramienta poderosa, potenciando la capacidad humana para la toma de decisiones al proporcionar ideas novedosas, identificar puntos ciegos e integrar datos dispares en formatos utilizables.

Sin embargo, el elemento humano seguirá siendo indispensable. Los consejeros jugarán un papel crucial en interpretar y contextualizar las ideas generadas por la IA, aplicando su experiencia, intuición y guía moral para navegar desafíos estratégicos complejos. Asegurarán que las decisiones se alineen con los valores de la organización, los principios éticos y la visión a largo plazo, mientras consideran las implicaciones sociales y evalúan los intereses de todos aquellos que tienen alguna relación con la empresa.

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Por Emilio Carrillo, abogado especializado en temas de financiamiento, tecnología y M&A. X: @ecarrillop; página web: pcga.mx. Las opiniones expresadas son personales del autor y no constituyen recomendaciones de inversión; las inversiones en tecnologías novedosas son de muy alto riesgo y cabe la posibilidad de que todos los recursos destinados a ellas podrían perderse.