Los centenarios son monedas que no deben estar sucias, esto debido a que no es una moneda con circulación regular oficial, es decir, sí sirven como moneda de cambio, pero no están pensadas para que el público en general la utilice en el día a día, y por ello, en la mayoría de los casos nunca se ensucian.
Incluso, la mayoría de los dueños utilizan un empaque sencillo de plástico y cartón que permita su compraventa, sin dañar necesariamente al centenario; algunos ya utilizan un empaque completamente de plástico o acetato para una mejor presentación.
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¿Cómo limpiar las monedas centenarios para que no pierdan su valor?
El Banco de México nos da una lista de recomendaciones para este tipo de casos (moneda de centenario sucia), empezando por:
- Utilizar guantes y manipular la moneda por el canto.
- Utilizar agua jabonosa como máximo y enjuagar (evitar pulir).
- Si la moneda no es de cobre, se puede realizar un pequeño baño de acetona.
- Colocar la moneda recién limpiada en un contenedor libre de acidez.
- Guardar la pieza en un lugar sin humedad, ni luz del sol.
En dado caso de que consideres que el proceso es un poco complejo, puedes acudir con un experto en joyería, ellos son estos quienes más experiencia tienen en el manejo de metales preciosos, y de esta forma puedes evitar que tus centenarios pierdan valor por presentar daños físicos.
Si tu moneda lo único que tiene son huellas dactilares, algunas gotas de saliva o incluso polvo, lo puedes limpiar suavemente con una brocha de cerdas suaves, con agua y papel libre de acidez.
Sea cual sea la forma en la que decidas limpiar tu centenario, recuerda seguir las indicaciones del Banco de México, ya que es la institución de mayor autoridad en México, sobre la numismática.