El sábado 6 de abril de 2024, el tipo de cambio promedio del dólar en México se ubicó en 16.4848 pesos, marcando una ligera disminución del 0.01% respecto al día anterior.
La cotización de compra se posicionó en 16.4843, mientras que la venta cerró en 16.4852 pesos por dólar, reflejando una estabilidad en las operaciones cambiarias. Este ajuste marginal se enmarca en una semana donde la moneda nacional experimentó una depreciación acumulada del 0.59%, manteniendo la misma tendencia a lo largo del mes y trimestre, y descendiendo un 2.75% en lo que va del año.
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Desde la toma de posesión del presidente Joe Biden, el peso ha perdido un 15.97% de su valor frente al dólar, y un 17.95% desde el inicio de la administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), demostrando los retos y ajustes que enfrenta la moneda frente a los movimientos políticos y económicos tanto nacionales como internacionales.
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El día previo, el viernes 5 de abril, el Banco de México informó una cotización de 16.52 pesos por dólar, según publicaciones en el Diario Oficial de la Federación. Este valor surge en un contexto de recuperación para el peso mexicano, que se apreció un 0.3% tras un periodo de depreciación, lo que indicó un fortalecimiento del dólar en el escenario global.
A pesar de estos movimientos, el peso mexicano ha logrado mantenerse resiliente, registrando dos semanas consecutivas de ganancias y mostrando signos de alta volatilidad que incluso le han permitido alcanzar nuevos mínimos en el año. Este comportamiento surge en medio de declaraciones por parte de Neel Kashakari, presidente de la Reserva Federal (Fed), quien señaló la posibilidad de no efectuar recortes en la tasa de interés durante 2024 si la inflación continúa en niveles elevados.
En respuesta a estas dinámicas, el Banco de México ha adoptado una postura de cautela, enfatizando que el recorte de tasas efectuado en marzo no necesariamente indica el inicio de un ciclo de relajación monetaria. Esto sugiere un manejo prudente de la política monetaria, buscando mantener un diferencial de tasas con Estados Unidos que pueda beneficiar al peso en el futuro.
Esta situación se ve influenciada por las expectativas de los inversionistas sobre el desarrollo de las tasas de interés y la fortaleza económica de Estados Unidos, factores que han contribuido a la reciente apreciación del peso mexicano.
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