El Gobierno de México, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, anunció el programa de vivienda social que promete revolucionar el acceso a hogares para los sectores más vulnerables. Esta iniciativa, que comenzará a implementarse en 2025, tiene como objetivo construir un millón de viviendas a lo largo de su administración, con la visión de garantizar el derecho a un hogar digno para millones de mexicanos. Además, las casas serán financiadas con un interés del 0%, un beneficio que busca hacer accesible la adquisición de vivienda a quienes más lo necesitan.
¿En qué consiste el programa de vivienda sin intereses?
El plan de viviendas de Sheinbaum se divide en dos grandes proyectos: medio millón de viviendas serán construidas a través del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) para derechohabientes, mientras que las otras 500 mil estarán a cargo de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) y estarán destinadas a personas sin acceso a créditos formales de vivienda, apoyadas por la Financiera del Bienestar (Finabien).
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Estas viviendas estarán disponibles en cuatro regiones estratégicas de México y se construirán cerca de centros educativos y zonas industriales para facilitar la vida de los beneficiarios.
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Este programa de vivienda está enfocado principalmente en sectores como mujeres jefas de familia, jóvenes, población indígena y adultos mayores, grupos que, históricamente, han enfrentado mayores barreras para acceder a una vivienda. Además, para los jóvenes de entre 18 y 30 años, el programa ofrece opciones de renta con derecho a compra, donde el monto mensual pagado se destina al pago de la propiedad si el usuario decide adquirirla al finalizar el periodo de arrendamiento. Este enfoque se centra en ofrecer una solución habitacional flexible y accesible, evitando la presión financiera que implica un crédito tradicional.
Características de las viviendas sociales de Claudia Sheinbaum
Cada una de estas viviendas tendrá un área aproximada de 60 metros cuadrados y contará con todos los servicios esenciales, como los son agua, drenaje, energía eléctrica y áreas recreativas. Adicionalmente, se evitarán las construcciones en zonas de riesgo, como áreas propensas a deslaves. Las viviendas estarán integradas en zonas con acceso a servicios educativos, de salud y actividades económicas, lo que contribuirá al desarrollo integral de las comunidades.
En cuanto al costo, las viviendas tendrán un rango de entre 700 mil y 1.2 millones de pesos. Los beneficiarios realizarán pagos mensuales adaptados a su situación económica, que no excedan el 30% de sus ingresos. Para determinar esta capacidad de pago, el gobierno llevará a cabo un estudio socioeconómico de cada solicitante, asegurando que las mensualidades sean asequibles para las familias beneficiarias.
¿Cómo se asignarán las viviendas?
El proceso de selección será a través de un censo casa por casa, que identificará a las personas en mayor situación de vulnerabilidad. El objetivo es asegurar que las viviendas lleguen a quienes realmente las necesitan, evitando que la distribución se concentre únicamente en aquellos con mejores condiciones económicas. Este censo permitirá que el gobierno realice una selección justa y equitativa, basándose en la necesidad real de cada familia.
Además, el programa también incluirá un componente de regularización de viviendas. Se estima que se entregarán alrededor de un millón de escrituras para garantizar la seguridad jurídica de miles de familias mexicanas.
A su vez, se llevará a cabo la mejora de aproximadamente 100 mil viviendas en el Estado de México y la regularización de más de 120 mil escrituras en esa zona, lo que beneficiará a los residentes de esta área densamente poblada.
La presidenta Claudia Sheinbaum destacó que esta iniciativa representa un cambio de enfoque en la política de vivienda en México, alejándose de los modelos de desarrollo inmobiliario que caracterizaban a gobiernos anteriores. Este programa de vivienda busca asegurar el derecho al techo digno, alejándose de los objetivos puramente comerciales y enfocándose en el bienestar de la población vulnerable.
Con esta medida, el Gobierno de México se propone reducir el déficit habitacional y contribuir a la construcción de comunidades más sólidas y equitativas, impulsando un desarrollo sostenible en diversas regiones del país. La construcción de estas viviendas y su financiamiento sin intereses son parte de una estrategia más amplia para atender las necesidades de vivienda de los sectores más desfavorecidos, ofreciendo una alternativa a los altos costos de los créditos hipotecarios tradicionales y eliminando la dependencia de instituciones como el Infonavit para adquirir una propiedad.
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