Si hay algo que caracteriza la vida adulta son los gastos, muchos de ellos sin que tengamos la oportunidad de esquivarlos, aunque hay muchos otros que se suman a nuestras preocupaciones de manera sencilla y, en varias ocasiones, por un descuido, por omisión o porque solemos justificarlos con las famosa frases "porque me lo merezco" y "para eso trabajo". Y aunque se vale por supuesto darnos un "gustito" o consentirnos, en ocasiones se nos pasa la mano, afectando seriamente nuestras finanzas personales, como pasa con los gastos fantasma.
A pesar de que en 2023 un 72% de los mexicanos tienen el propósito de ahorrar, o bien como una de sus mayores metas, según la agencia de investigación de mercados Kantar, lo cierto es que llevarlo a cabo se vuelve todo un reto en el que muchos claudican, algo relacionado con la falta de una educación financiera que nos genere el hábito de apretarnos el cinturón y ahorrar algo de nuestro sueldo cada quincena, semana o mes que recibimos dinero.
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Compras por impulso durante temporada de "ofertas", cumplirnos un antojo, adquirir ese celular de moda, aunque el nuestro esté en perfectas condiciones, son el tipo de gastos que pueden dañar nuestra economía. Pero en el caso de los gastos fantasma estos van un poco más allá del simple cafecito de la mañana o de esa blusa que no logramos resistirnos comprar.
A continuación te explicamos qué son, sus características, cómo identificarlos y de qué manera evitarlos para no llegar rayando a fin de mes.
¿Qué son los gastos fantasma y cómo identificarlos?
En términos generales los gastos fantasma con aquellos en los que incurrimos o caemos sin darnos cuenta, afectando nuestro presupuesto. Y aunque el término no es tan común como sucede con los gastos hormiga, por ejemplo, sí son de los más recurrentes, sobre todo con el advenimiento de la cultura digital y el entretenimiento que ahora consumimos mediante Internet. Con esto quiero decir que el pago de suscripciones de streaming como Netflix, HBO, Amazon Prime Video, apps y membresías del gimnasio son algunos ejemplos claros de este tipo de gastos.
De acuerdo con datos publicados por The Competitive Intelligence Unit (The CIU), los mexicanos gastamos hasta 5 mil pesos anuales en servicios de streaming. Esta cifra representa una media mensual de aproximadamente 417 pesos, monto que varía según el plan que tengamos contratado y la cantidad de suscripciones a contenido on demand de las cuales dispongamos.
Puede ser que hablar de 5 mil pesos al año no suene tan caro; sin embargo, es un gasto que de reducirlo o evitarlos nos puede abonar para otras cosas que realmente sean indispensables.
Ahora bien, ¿cómo evitar los gastos fantasma? Un método simple pero efectivo es preguntarte y sincerarte si gastar tanto en servicios de streaming es algo realmente necesario, de lo cual no puedes prescindir. Después cuestiónate cuántas de esas plataformas realmente usas y a qué grado, quizá tienes un plan muy caro al cual no le sacas el mínimo provecho. Esto te ayudará a mantener la salud de tus finanzas personales y quitarte un peso de encima, aliviando tus preocupaciones por falta de dinero.
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