A tan solo una semana de haberse anunciado la llegada de una planta de Tesla a Santa Catarina, Nuevo León, la empresa del hombre más rico del mundo, Elon Musk, ya estaría en ciertos aprietos o dificultades.
Y es que de acuerdo con la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos (NHTSA, por sus siglás en inglés), la mega compañía está bajo la lupa de los reguladores estadounidenses de seguridad automotriz por fallas sobre uno de los vehículos más vendidos por la compañía: la camioneta deportiva Model Y.
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Según los reportes emitidos, el vehículo fabricado por Tesla tendría un problema “bastante” evidente al momento de conducir: el volante puede desprenderse. Esto, de manera lógica, nos lleva hacia la pregunta, ¿la investigación sobre Tesla podría afectar a la nueva planta en México?
La investigación de Tesla
Aunque aún no se ha emitido una fecha clara respecto a la inauguración de la nueva planta de Tesla en México, lo cierto es que el gobierno mexicano y el empresario de origen sudafricano desean comenzar operaciones a finales de este año.
Incluso, el mismo gobernador de Nuevo León, Samuel García, declaró que ya espera la visita de Elon Musk y su equipo a la entidad para comenzar con los trabajos de construcción y abrir la puerta a más de 30,000 mil empleos locales.
Sin embargo, y a raíz de la nueva investigación por parte de la NHTSA, no cabe duda que la nueva planta en México deberá prestar especial atención a este tipo de detalles, los cuales se manifestaron cuando el automóvil había sido usado por unos pocos kilómetros.
De acuerdo con la misma NHTSA, hasta ahora existen dos casos en el Model Y en donde los volantes no contaban con un tornillo que fijara el volante al tablero del coche. El único soporte que mantenía al volante sujeto era un encaje de fricción.
Las consecuencias de un error
Por lo anterior, los investigadores llevarán a cabo una exhaustiva investigación para analizar con que frecuencia se presenta este problema, cuántos vehículos se han visto afectados así como el proceso mismo de Tesla para llevar a cabo sus productos. Este proceso podría afectar, de acuerdo con expertos, a más de 120,000 vehículos.
Sin embargo, y por más “catastrófico” que parezca esta situación, lo cierto es que no tendrá efecto alguno sobre la planta de Tesla en México, la cual aumentaría en un 15% la producción de autopartes cuando inicie operaciones.
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