Actualmente una herramienta que usamos casi todos los días y que tenemos incluida en nuestro celular es un función de alarma despertadora, pero alguna vez te habías preguntado ¿cómo se despertaban las personas antes de que existieran siquiera los relojes despertadores para comenzar su día?
Una alarma despertadora es una solución para todas las personas que tienen problemas para levantarse por la mañana, ya que su sonido fuerte puede despertar incluso a quienes tienen el sueño más profundo.
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Es por ello, que antes de la invención del reloj despertador, las personas tuvieron que ingeniárselas para inventar un tipo de alarma despertadora que los ayudará a levantarse en las primeras horas de la mañana, fue así como se crearon las velas o veladoras despertadoras, una curiosidad que seguramente no conocías.
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¿En qué consistían las veladoras o velas despertadoras?, pues de acuerdo con la cuenta de Twitter @InformaCosmos, señalan que así colocaban una alarma antes de la invención del reloj despertador. De una forma muy "creativa", utilizando un despertador de vela. Su funcionamiento es sencillo, pero muy ingenioso, a continuación la imagen:
Ahora bien, seguramente te preguntarás cómo es que funcionaba exactamente esta singular veladora despertadora, pues es la misma cuenta de Twitter quien explica lo siguiente:
Sabiendo calcular la velocidad a la que se consume una vela, se colocaban clavos en la parte que representaba la hora a la que se quería despertar y una vez que se consumía hasta ese punto, los clavos caían, hacían ruido y despertaban a la persona.
Sin embargo y a pesar de que parece ser una explicación sencilla, para ello era necesario que los relojes de vela tuvieran un tamaño y grosor universal o al menos estandarizado.
El reloj de vela es una tecnología antigua. La primera referencia de la que se tiene registro data del año 520 d.C. en un poema chino de You Jiangu. En él, describió seis velas uniformes de igual peso y grosor, cada una de 30 centímetros de alto. Las velas estaban marcadas en secciones de una pulgada. Cada pulgada tardaba 20 minutos en arder y una vela entera duraba 4 horas... una vez que la cera se derretía hasta el nivel deseado, el clavo caía sobre la base de metal, provocando el ruido suficiente para funcionar como una alarma.
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