Al menos el 99% de los mexicanos, sin importar que sean trabajadores formales, informales, independientes o incluso desempleados, han sido invitados a participar en las famosas y tradicionales tandas.
Esta práctica se ha convertido en uno de los métodos de ahorro informal más importantes de la actualidad debido a la facilidad para llevar a cabo las transacciones de entrega y recibo además de no necesitar la ayuda de un intermediario.
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Por lo anterior, “meterse” a una tanda suena como una forma de ahorrar de manera segura y confiable sin perder nada en el camino. Sin embargo, lo cierto es que existen diversos riesgos que existen alrededor de este tipo de transacciones y que pueden poner en peligro tus finanzas.
Los riesgos de una tanda
Sin el ánimo de infundir miedo o temor en todas aquellas personas que han participado o participan en una tanda, es importante dejar en claro lo que este tipo de prácticas de ahorro pueden llegar a generar si no se realizan correctamente.
En primera instancia, una tanda es un método de ahorro en el que pueden participar un número ilimitado de personas. Cada participante realiza un pago o cubre el monto estipulado al inicio del proceso en una fecha determinada. La suma de todo el dinero recaudado, será entregado de manera íntegra a la primera persona que se haya sorteado como beneficiaria.
Posteriormente, y de acuerdo al número de participantes, se seguirá entregando la suma entera de todas las aportaciones, sin excepción de nadie, a los siguientes miembros de la tanda.
Sin embargo, y por más sencillo que resulte esto, una tanda puede atraer ciertos riesgos como:
Falta de seguridad
Al no contar con un contrato o registro legal de aportaciones e ingresos, una tanda corre el riesgo de contar con miembros que no cumplen con el monto exacto o lo realizan fuera de la fecha de entrega. Esto, de manera lógica, afecta la estructura entera de toda la tanda y a los que sí cumplen.
No cuentas con liquidez inmediata
Al menos que seas la primera persona que haya sido sorteada para recibir el monto íntegro de todos los miembros de la tanda, con este método obtendrás dinero o liquidez hasta una fecha exacta. Esto significa que deberás hacer tus aportaciones y esperar a que sea tu turno para recibir el dinero. Antes, es imposible lograrlo y no hay forma de recuperar lo aportado en caso de querer salir de una tanda.
La inflación
Una tanda es una pésima idea para una inversión a largo plazo si tomamos en cuenta la inflación. Esto quiere decir, que si eres una de las últimas personas en recibir el dinero de la tanda, lo que obtengas valdrá menos de lo que recibió la primera persona. En pocas palabras, la inflación hace que el costo de las cosas suban, por lo que el dinero no vale lo mismo, por ejemplo, de un año a otro.
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