¿Quién no se ha encariñado con el diseño de un billete de México?, el caso más reciente es el de denominado billete del ajolotito de 50 pesos, el cual se ganó una gran base fans mexicanos que evitaban a toda costa gastar su billete y preferían guardarlo. Esto sucede ya sea por su bonito diseño del billete o por la costumbre que genera el hacer uso cotidiano del mismo.
Pues si ya tenías algún billete favorito, te tenemos malas noticias: de manera reciente el Banco de México dio a conocer una extensa lista de los billetes que serían sacados de circulación en el transcurso del próximo año, es decir durante todo el 2024, estos billetes no perderán su valor pero sí están próximos a desaparecer y este es caso de un conocido y famoso billete de 200 pesos.
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Si no conocer cuáles son estos billetes que no perderán su valor pero que están próximos a desaparecer en el 2024, en especial del conocido billete de 200 pesos mexicanos, aquí en Heraldo Binario te damos a conocer todos los detalles al respecto, así que toma nota y si quieres guardar un ejemplar de colección, es el momento de hacerlo.
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De acuerdo con lo dado a conocer por el Banco de México (Banxico), una de las familias de billetes mexicanos que ya está próxima a desaparecer del mercado mexicano es la conocida como Familia D1, cuyas denominaciones se pusieron en circulación en el año 2001.
Ahora bien, el famoso billete de 200 pesos que no perderá su valor pero sí desaparecerá de la circulación habitual, es el que tiene la figura de Sor Juan Inés de la Cruz, que cuenta con los siguientes detalles:
- Anverso: Efigie de Juana de Asbaje y a la izquierda, un libro de la época, su tintero y parte de su biblioteca.
- Reverso: Templo de San Jerónimo y elementos ornamentales de la época.
- Fecha en que se puso en circulación: 15 de octubre de 2001
- Con marca perceptible al tacto: 19 de diciembre de 2005
- Medidas (mm):155 x 66
- Material: Papel de algodón
- Denominación200 pesos
¿Qué significa que este billete de 200 desaparezca?
Actualmente se encuentran en proceso de retiro, es decir, aún conservan su poder liberatorio (valen la denominación que indican), pero por resolución del Banco de México se retiran de la circulación a través de las instituciones de crédito. Esto significa que se pueden seguir utilizando para realizar transacciones, pero cuando lleguen a los bancos, estos deben separarlos para depositarlos en el Banco de México y no volver a entregarlos al público.