Los viajes son un descanso (o una vía de escape) para las personas durante mucho tiempo. Ya sea una escapada a la ciudad, relajarse junto a la piscina, explorar en solitario con una mochila o disfrutar de días en la playa en familia, viajar es una forma universal de escapar de la rutina y disfrutar de nuevas experiencias. Sin embargo, a medida que el turismo crece, ha surgido una nueva tendencia preocupante: el FOSO, el miedo a desconectar.
Un reciente estudio global realizado por Priority Pass, el programa líder de experiencias en aeropuertos, propiedad de Collinson, revela datos alarmantes sobre la adicción al celular y el temor a desconectarse mientras se viaja. El estudio encuestó a 8,500 personas en 11 países y encontró que más de un tercio (35%) de los viajeros tienen dificultades para desconectar por completo de su vida cotidiana mientras están de viaje.
Te podría interesar
Esto significa que, incluso cuando están en un destino lejano o en un entorno completamente nuevo, muchos luchan por dejar de lado sus preocupaciones y responsabilidades diarias. La encuesta también destacó que la experiencia en el aeropuerto desempeña un papel crucial en la capacidad de las personas para desconectar. Más del 60% (62%) de los viajeros afirmaron que los problemas previos al vuelo pueden activar el FOSO y afectar su capacidad para disfrutar del resto del viaje. Sorprendentemente, el estudio descubrió que visitar una sala VIP del aeropuerto ayudó al 53% de las personas a desconectar más fácilmente durante sus viajes anteriores.
Te podría interesar
¿Quiénes sufren más de la adicción al celular?
La adicción al celular y el miedo a desconectar son fenómenos que afectan a todas las edades, pero son particularmente prominentes entre los viajeros más jóvenes. Más de la mitad de los encuestados de la Generación Z (18-27 años) admitieron tener dificultades para reducir el uso de sus teléfonos (58%) y continuar revisando mensajes de trabajo (51%) incluso cuando están de viaje. Estas cifras superan significativamente a las de los encuestados de la Generación del Baby Boomer (59-77 años), que registraron tasas de adicción y miedo mucho más bajas (33% y 29%, respectivamente).
La adicción al celular y el miedo a desconectar también tienen un impacto en la salud y el bienestar de las personas. Según el 76% de los encuestados, abordar el FOSO antes de viajar podría beneficiar significativamente su bienestar general. Esto sugiere que la influencia de la adicción a los dispositivos móviles y el miedo a desconectar trasciende el período de viaje y afecta la felicidad diaria.
A medida que más personas buscan soluciones para combatir el FOSO, el estudio destacó que la experiencia en el aeropuerto desempeña un papel fundamental. Visitar una sala VIP del aeropuerto fue identificado por el 53% de los encuestados como una forma efectiva de desconectar. Otros factores que contribuyeron a una desconexión exitosa antes del vuelo incluyeron un proceso de check-in rápido y fluido, comida y bebida de calidad, descanso y compras.
El uso excesivo de dispositivos móviles es una tendencia que trasciende fronteras. En Colombia, el 50% de los viajeros encuestados admitieron que les resulta difícil apagar sus dispositivos móviles durante al menos un día. La Generación Z se destacó como la menos propensa a desconectarse durante un día completo, con un 58% de los encuestados que luchan por hacerlo. En promedio, los viajeros colombianos revisan sus dispositivos móviles cada 30 minutos, superando la tasa global del 19%. Además, las mujeres son las que más revisan sus teléfonos cada media hora (27%), en comparación con los hombres (21%).
A pesar de esta adicción al celular, algunos viajeros colombianos logran desconectarse durante sus vacaciones. El 33% afirmó que pueden permanecer sin conexión durante períodos de 3 o 4 horas mientras están de viaje, pero comienzan a preocuparse por su vida cotidiana a medida que se acerca el final del viaje. El 26% no encontró fácil ni difícil desconectar, y el 23% admitió sentirse atraído a revisar sus dispositivos cada 1 o 2 horas para verificar mensajes o devolver llamadas de familiares o amigos.
La adicción al celular y el miedo a desconectar afectan la experiencia de viaje de muchas personas y pueden socavar su capacidad para relajarse y disfrutar de las vacaciones. Priorizar la desconexión y buscar soluciones, como visitar salas VIP en aeropuertos, puede ser un paso importante para combatir estos problemas y disfrutar plenamente de los viajes