Como seguramente te imaginarás, mantener a la Familia Real le cuesta una verdadera fortuna, pero esto no se paga únicamente con los impuestos de los ciudadanos de reino Unido, pues la Reina Isabel II que falleció este jueves 8 de septiembre, a la edad de 96 años, también contaba con negocios propios e inversiones que le ayudaban al mantenimiento de su familia y propiedades.
Aunque efectivamente, cada año se paga a la Familia Real un pago financiado por los contribuyentes, conocido como Subvención Soberana, cuyo dinero se basa en las ganancias de Crown Estate, un negocio inmobiliario propiedad del monarca en turno pero administrado de forma independiente. Entre sus participaciones se encuentran Regent Street en Londres y el hipódromo de Ascot en Berkshire.
Como te comentamos el Crown Estate no es propiedad de la Reina Isabel sino de la monarquía, por lo que Isabel II y su sucesor, Carlos, príncipe de Gales, no pueden vender el Patrimonio de la Corona ni quedarse con los ingresos. A partir de 2017 se acordó que la reina recibiría el 25% de las ganancias de esta propiedad.
La Reina también recibe dinero de la renta de una propiedad privada llamada Ducado de Lancaster, que se transmite de monarca a monarca.
Cubre más de 18,000 hectáreas de tierra en áreas como Lancashire y Yorkshire, así como propiedades en el centro de Londres, y genera alrededor de 20 millones de libras esterlinas al año en ganancias, derivadas del pago de renta de estas tierras que se usan para residencias, comercios y agricultura. La Reina Isabel II designó el dinero que se obtiene de esta propiedad se designa para el pago para sus hijos Andrés, Eduardo y Ana, por los compromisos reales que realizan dentro y fuera del país.
Otra propiedad que también se renta es el ducado de Cornwall, cuyas ganancias están destinadas a sostener las actividades públicas, privadas y de caridad del príncipe de Gales y su familia. Reúne tierras, inversiones y propiedades en 23 condados ingleses, un conglomerado establecido en el siglo XII. Esta propiedad significa el 90% de los ingresos de Carlos y Camilla.
Además, el príncipe de Gales usa lo recaudado por esta propiedad para pagar a sus empleados, así como al príncipe Guillermo y a su esposa, Catalina Middleton, y hasta 2020 lo hizo con Enrique y Meghan Markle.
La reina también tiene ingresos a través de propiedades como Sandringham y Balmoral, que le fueron heredados por su padre. Estas propiedades se rentan a través de Airbnb y son unos de los destinos favoritos para vacacionar.
Asimismo, la Reina Isabel II tenía invertidos al menos 150 millones de dólares en acciones y cuentas que son administradas por expertos. Por otra parte, la monarca emprendedora invirtió una gran parte de su dinero en la cría de animales, desde caballos hasta perros, que se llegan a vender en más de 15 mil dólares.
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