En 2019 se presentó en la Cámara de Diputados la iniciativa para modificar la Ley General de Salud en materia de etiquetado, que fue aprobada posteriormente por el Senado de la República, y publicada en el Diario Oficial de la Federación en noviembre del mismo año.
Esta modificación estableció que el etiquetado en México tiene que ser un etiquetado frontal de advertencia que informe de forma veraz, clara, rápida y simple sobre el contenido de los nutrientes críticos y demás ingredientes que determine la autoridad sanitaria.
El nuevo etiquetado consta de cinco sellos que las empresas se deben de colocar cuando un producto tenga exceso de calorías, sodio, grasas trans, azúcares y grasas saturadas.
Sin embargo, hasta ahora había quedado pendiente el tema de si las mascotas podrían regresar a sus empaques, ya que también habían sido retiradas por supuestamente alentar el consumo de comida dañina para la salud de los menores de edad. Sin embargo, esto tampoco ha sido demostrado científicamente.
En entrevista en Tiempo de Negocios, Mauricio Jalife, director de la firma Jalife, Caballero & Asociados, señaló que con la emisión de estas reformas al Reglamento de Control Sanitario, al reglamento en materia de salud, ya se extiende esta prohibición también a la publicidad.
Esto puede significar un duro golpe para las empresas que habían construido su imagen de marca a lo largo de muchos años, basados precisamente en el carisma de su mascota.
Asimismo, puede ser un golpe importante para las agencias de publicidad, ya que es probable que las empresas pierdan interés de hacer publicidad cuando no se pueden usar más estos elementos que las distinguen frente a los consumidores. Asimismo, al perder competitividad las empresas también pierden probables inversiones.
La obligación de utilización de sellos ya está en vigor, mientras que las nuevas reglas para la publicidad entrará en vigor dentro de seis meses. Tiempo suficiente para que los empresarios terminen los planes o contratos de publicidad que ya tenían pagados. Pero también será un tiempo que servirá para que las mismas marcas consideren si sus ventas se verán afectadas por la entrada en vigor de este nuevo reglamento.
“Lo que se espera es un buen grupo de amparos que se presenten por las violaciones que pueda significar para ellos”, comentó Jalife.
Las empresas siguen cuestionando la pertinencia de este tipo de reglas, pues entienden que se deba de preservar la salud; sin embargo, consideran que una medida restrictiva de esta naturaleza no es proporcional con lo que realmente se obtiene en beneficios de protección a la salud.
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