El funeral de la reina Isabel II tendrá lugar el lunes 19 de septiembre 2022, para que luego, sus restos reposen en la Capilla Conmemorativa del Rey Jorge VI en el Castillo de Windsor. Una ahí, el cuerpo de su Majestad descansará al lado de los restos de su padre, así como de su madre Isabel y su hermana, la princesa Margarita. Por su parte, los restos del Príncipe Felipe serán trasladados de la Bóveda Real para que se unan a la Monarca. En medio de los preparativos llamó la atención que el ataúd de Isabel II esté recubierto de plomo. En Heraldo Binario te detallamos por qué.
Lo primero que debes saber es que el el ataúd de la Reina Isabel II fue hecho para ella hace más de 30 años, por la misma empresa que fabricó el féretro revestido de plomo en el que yace enterrado el Duque de Edimburgo, esposo de su Majestad.
Matthew Lymn Rose, director gerente de The Family Funeral Service, detalló al medio inglés Mirror que todos los ataúdes de la Familia Real están forrados con plomo y esta es una tradición que se remonta a cientos de años, y esta es la interesante razón por la que se hace.
La tradición de revestir el ataúd de plomo es porque este material ayuda a preservar el cuerpo por más tiempo, ya que es hermético, de hecho, el cuerpo se puede conservar hasta por un año, porque la hermeticidad del propio féretro evita que entre la humedad.
Los restos de su Majestad reposarán en una bóveda familiar Una vez instalados en este lugar, el féretro permanece sobre el suelo, con lo que queda expuesto a todo tipo de elementos como la humedad. Por eso es tan importante que el ataúd esté sellado.
Evidentemente, al estar forrado de plomo, el féretro se vuelve hasta 8 veces más pesado, con lo que se requieren de ocho miembros de la Guardia Real para que lo carguen, en lugar de los seis habituales que se estila en un funeral normal.
El ataúd revestido de plomo en donde reposarán los restos de su Majestad Isabel II fue fabricado por la firma especializada Henry Smith.
La compañía también fabricó el ataúd del duque de Edimburgo, así como los de celebridades como Diana Dors, Freddie Mercury y Jimi Hendrix.
Sin embargo, la empresa ya no existe, pues cerró sus operaciones en 2005 y desde ese momento es la firma londinense, Leverton and Sons, la que asumió la responsabilidad de los funerales reales.
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