Aunque el Servicio de Administración Tributaria (SAT) es muy claro en sus reglas de operaciones, en la práctica algunas personas incurren en prácticas que no son correctas; una de las más comunes es que un familiar, por ejemplo, una madre, termine prestándole su tarjeta de crédito a sus hijos cuando estos salen de fiesta y necesitan pagar lo que consumen.
O, por ejemplo, que tu pareja te preste su tarjeta de crédito y te proporcione su NIP para que tú puedas hacer el supermercado, pero ¿sabías que este tipo de prácticas NO están nada bien vistas por el SAT?
¿Por qué nunca debes prestar tus tarjetas de crédito a otras personas?
La razón por la que NUNCA deberías prestar tu plástico bancario, ni siquiera a tus amigos y familiares más cercanos es porque si el SAT detecta ingresos que no puede comprobar desde tu cuenta bancaria, podría generarse una discrepancia fiscal y, por lo tanto, el fisco podría llamarte a sus oficinas para que le expliques a detalle los movimientos generados en tu tarjeta de crédito.
Y es que, como autoridad, el SAT está obligado a revisar los ingresos y egresos de todos los contribuyentes del país, con lo que de inmediato detectará si hay algún caso en donde la persona gaste más de lo que recibe, con lo que podría determinar que existe una discrepancia fiscal.
Cuando uno presta su tarjeta de crédito a otra persona, está confiándole sus finanzas personales, pues si el amigo o familiar no pueden liquidarte a tiempo el dinero que gastaron con tu plástico bancario, la compra por algún concepto superior a tus ingresos se verá reflejada al momento que el fisco proceda a calcular los impuestos.
¿Qué es una discrepancia fiscal ante el SAT?
La discrepancia fiscal se aborda en el artículo 91 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta, en donde se detalla que cualquier persona física puede ser objeto de discrepancia fiscal cuando se le comprueba que el monto de las erogaciones en un año es superior a los ingresos declarados, o bien, debió declararlos y no lo hizo.
¿Qué pasa si no puedo comprobar ingresos ante el SAT?
En caso de que el contribuyente no pueda comprobar cómo obtuvo ciertos ingresos ante el SAT será objeto del procedimiento de discrepancia fiscal, y en caso de que el fisco detecte que la persona física no declaró todo lo que ganó, será multado con sanciones económicas que van desde los 1,400 y hasta los 34,730 pesos mexicanos.
En caso de que el fisco mexicano detecte que existe una discrepancia fiscal entre lo que percibiste y lo que gastaste podría MULTARTE con la cárcel, pues en caso de incurrir en una sanción grave se te podría acusar del delito de defraudación fiscal, tal y como se establece en el artículo 109 del Código Fiscal de la Federación, mismo que se paga con hasta 9 años en la prisión.
Por ello, la próxima vez que alguien te pida que le prestes tu plástico bancario, evítate un buen susto del SAT y mejor dile a tus amigos o familiares que tramiten la suya propia, pues no podrás seguirles compartiendo la tuya por cuestiones de seguridad.
Sigue a Heraldo Binario en Google News, dale CLIC AQUÍ.