A pesar de los grandes avances en favor de los derechos de las personas de la comunidad LGBTTTIQ y grupos feministas en los últimos años, el gobierno de Francia parece estar dando un paso atrás al prohibir que los profesores utilicen y enseñen el lenguaje inclusivo en las escuelas de educación básica.
¿Por qué Francia vetó el lenguaje inclusivo?
La polémica ley que impulsa el ministro de Educación de Francia, Jean-Michel Blanquer, que consiste en vetar el lenguaje inclusivo en las escuelas data de 2021 y, para pesar de las personas de la disidencia sexual, parecer prosperar.
De acuerdo con un informe del mismo Jean-Michel Blanquer la razón por la que se tomó esta medida restrictiva es que, según su perspectiva, el lenguaje inclusivo constituye un obstáculo para el aprendizaje de los alumnos y no debe ser usado como alternativa para “feminizar” la lengua.
Además, el funcionario de educación consideró que, además de constituir un obstáculo a la comprensión de la escritura, el lenguaje inclusivo afecta la lectura en voz alta y la pronunciación al no poder hacerse una transcripción oral de este tipo de grafías.
“El aprendizaje y el dominio del francés contribuyen a luchar contra los estereotipos y garantizan la igualdad de oportunidades de todos los alumnos, lo que no debería ser un obstáculo por ese lenguaje que es complejo e inestable”, señaló Blanquer.
Otra de las razones según el informe es que permitir el uso de este lenguaje solo estará dañando a los más pequeños y sobre todo a niños con ciertas discapacidades o problemas de aprendizaje, contradictoriamente a lo que sugiere el lenguaje inclusivo.
“El aprendizaje y el dominio del francés contribuyen a luchar contra los estereotipos y garantizan la igualdad de oportunidades de todos los alumnos, lo que no debería ser un obstáculo por ese lenguaje que es complejo e inestable”, comentó.
La lucha de las feministas francesas
En 2017, grupos feministas defendían el uso de este lenguaje porque el usado no es neutro e implica la invisibilización de las mujeres. Sin embargo, en octubre de ese año, la Academia de la Lengua Francesa lo consideró una aberración, y para noviembre el entonces primer ministro de Francia lo prohibió en los textos y actas oficiales.
Sin embargo, hace un año, Blanquer coincidía al menos en un punto con las feministas, pues sí creía que debe promocionarse el uso y la feminización de ciertos términos, especialmente en los cargos, respetando las reglas gramaticales.
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