Como ninguna otra obra del legendario escritor inglés Roald Dahl, que haya sido adaptada a la pantalla grande, Matilda se ha ganado un lugar especial en el corazón de miles de niños y adultos por la autenticidad y gran corazón con la que se desarrolla la historia. Por ello, y para meterse en el mood de los últimos años de revivir clásicos de cine, una nueva versión de esta gran historia ha llegado a Netflix.
En esta ocasión, la cinta, del director Matthews Warchus, cuenta la historia de la noble Matilda a partir de la adaptación del exitoso musical de Tim Minchin que causó furor durante su corrida en el West-end londinense.
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Por lo anterior, es lógico que existan diversos cambios respecto a la versión que la mayoría de personas, que crecieron entre la década de los años 90 y principios de los 2000, vieron y disfrutaron. Pero, ¿cuáles son las principales diferencias entre esta nueva versión y la dirigida por Dany DeVito en 1996?
Principales entre Matilda de 1996 y Matilda, de Roald Dahl: El Musical
Película clásica de los 90 vs musical
La primera y más grande diferencia entre la nueva obra y la estrenada en 1996 es lógicamente el tono de cada producción. Mientras que la primera obra cuenta la historia de Matilda con ciertas libertades literarias en torno a la obra de Dahl, la segunda se basa en la producción musical en donde se podrán escuchar canciones de la obra de Michin como Naughty, When I Grow Up y Revolting Children.
Estados Unidos vs Inglaterra
A diferencia de la primera cinta, protagonizada por la estrella infantil Mara Wilson, en donde Matilda crece y vive en California, Estados Unidos, la nueva versión de Netflix lleva a la poderosa niña de vuelta a Inglaterra, lugar de origen de la obra de Dahl.
La señorita Miel
Aunque es más que evidente la diferencia entre Lashana Lynch, la nueva señorita miel, y Embeth Davidtz, la señorita Miel de la versión de 1996, otra gran diferencia entre ambas versiones de la maestra, que adopta a Matilda al final de la historia, recae en su historia de origen. En la nueva versión, la misma Matilda recrea la historia de los padres de Jennifer Honey a través de un relato de tintes coloridos y fantásticos, mientras que en la versión más antigua, la misma señorita Miel cuenta a Matilda la forma en la que perdió a su familia y cómo quedó a cargo de su tía Agatha Trunchbull, alías Tronchatoro.
Los poderes de Matilda
Mientras que en la cinta de 1996 podemos ver a Matilda usando sus poderes telequinéticos para hacer bailar los cubiertos de su casa, ayudar a su padre a escapar de los agentes que lo buscan y hacer frente a Tronchatoro, en la versión de Netflix podemos ver a la pequeña casi al nivel del mismísimo Charles Xavier, el líder de los X-Men. Y es que en esta versión musical, Matilda también tiene la capacidad de hacer explotar objetos y hasta construir enormes monstruos con cadenas. Una niña de la que cuidarse.
Recuerda que Matilda, de Roald Dahl: el musical, ya se encuentra en Netflix desde el 25 de diciembre.
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