Aunque a nivel futbolístico México no ha logrado destacar en la Copa del Mundo, existe un rubro o categoría en donde nuestro país se corona campeón cada 4 años: la fanaticada. Y es que nadie puede negar que los fanáticos mexicanos brindan un matiz especial de entusiasmo y euforia a este magno evento.
Sin embargo, muchas veces esta alegría puede combinarse con otros elementos peligrosos, como el alcohol, lo que ocasiona incidentes o huellas imborrables en la historia del futbol mexicano y, aún peor, la imagen de México ante el mundo.
Apagando la “Llama Eterna”
Durante la celebración del mundial de Francia 1998, Rodrigo Rafael Ortega, un fanático mexicano que había bebido en exceso, caminaba por París buscando un lugar donde orinar. Para su fortuna, o mejor dicho para su infortunio, el animado aficionado llegó hasta el Arco de Triunfo, en donde encontró la “Llama Eterna” la cual apagó tras más de 70 años de mantenerse encendida en conmemoración de los soldados caídos de la Primera Guerra Mundial. Esto creó una gran indignación entre los franceses así como tensión diplomática entre México y Francia.
Nelson Mandela a lo “charro”
La celebración de la primera Copa del Mundo en África dejó más de un recuerdo imborrable en la mente de los fanáticos. Y uno de los más mencionados y comentados fue ocasionado por un grupo de mexicanos alcoholizados, quienes acudieron a la estatua del emblemático político sudafricano Nelson Mandela, para vestirlo con prendas mexicanas y un sombrero de charro.
La indignación por parte de las autoridades y la población local no se hizo esperar por lo que los pseudoaficionados fueron encarcelados. A su salida, uno de los sancionados declaró que “le hacía falta un toque mexicano” a la estatua de Mandela.
Una bajada de “emergencia”
La rectitud y buen comportamiento de la población japonesa se vio interrumpida de forma abrupta en 2002. Durante la celebración del mundial Corea-Japón, un mexicano, en estado de ebriedad, activó el botón de emergencia del famoso tren bala. Lo más controversial del incidente fue que este dispositivo nunca había sido accionado en toda su historia. El aficionado fue encarcelado y obligado a pagar una multa para resarcir su comportamiento.
Vergüenza nacional en Brasil
En uno de los mundiales más recientes, Brasil 2014, México volvió a ser objeto de controversia gracias a diversos “pseudoaficionados”. El primer incidente ocurrió sobre la superficie de un crucero en donde el hijo del procurador de Chiapas, Jorge Alberto López Amores, decidió lanzarse desde el piso 15. Lamentablemente, el jovén no pudo salir vivo de su arriesgado salto.
El otro momento incómodo de la fanaticada mexicana se debió a los tocamientos indebidos que un grupo de connacionales hicieron sobre una chica brasileña. Ante esto, los reclamos no se hicieron esperar y comenzó una gresca entre brasileños, que se encontraban cerca, y mexicanos que finalizó con la detención de estos últimos por agresión.
El mexicano que movilizó al ejército
Evaristo Madero, un mexicano que había bebido en exceso tras el partido de la segunda ronda entre México y Angola del mundial de Alemania 2006, terminó dormido en un búnker alemán. Al despertar, comenzó a gritar de forma desesperada con la finalidad de ser rescatado. Esto despertó las alarmas de las autoridades alemanas provocando la movilización del ejército, quienes al darse cuenta de la presencia de Evaristo solo pudieron mencionar “eres mexicano”.
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