PELÍCULAS DE TERROR

Siete clásicos del cine mexicano para morirse de miedo este Día de Muertos

Estos son algunos clásicos del cine nacional que no puedes perderte en Día de Muertos y hacer un maratón de terror

Día de Muertos.Macario de 1960 es una de las películas clásicas del cine mexicano.Créditos: Especial
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Las películas de terror mexicanas no pueden faltar dentro de tu repertorio fílmico este Día de Muertos, pues nada refleja mejor nuestra manera de ver a la muerte. Y es que este tipo de historias están llenas de leyendas, mitos y cuentos fantásticos en los que criaturas, entes, fantasmas y demonios interactúan con los humanos de ahí nuestro gusto.

A lo largo del tiempo el cine nacional ha creado varias películas que logran espantarnos el sueño y muchas veces provocarnos pesadillas. Ya sea desde clásicos en blanco y negro hasta largometrajes a color, donde los espíritus carroñeros predominan, pero también hay asesinos en serie.

Si creciste odiando a la muñeca diabólica de Vacaciones de terror, disfrutaste de la fotografía de Macario o te emocionaste con las peleas del El Santo y las mujeres vampiro, estas películas mexicanas de terror te van a encantar. Aquí te dejamos nuestras favoritas.

Macario

Este filme de 1960 fue dirigido por Roberto Gavaldón y trata sobre la relación entre un indígena Macario (Ignacio López Tarso) y la Muerte (Enrique Lucero). El filme fue nominado al Oscar como Mejor Película extranjera en 1961 tanto por su fotografía y guion, es considerada uno de los grandes clásicos del cine nacional.

Macario muestra a la muerte como instancia justiciera, amedrentadora y odiada igualmente por pobres y ricos. La única capaz de eliminar la brecha.

Hasta el viento tiene miedo

Una película de horror gótico que aterrorizó al público mexicano de 1968. Desde entonces, algunas noches parece que el viento se mezcla con un susurro que parece un lamento: “Claaaaudiaaa”.

Hasta el viento tiene miedo es un filme protagonizado por Marga López y Maricruz Olivier, y dirigida por Carlos Enrique Taboada, es su producción más popular.

Cuenta la historia de un internado femenino, donde Claudia y sus amigas se quedan castigadas en las instalaciones durante las vacaciones. Los fantasmas de sus pesadillas rondan en la oscuridad.

El libro de piedra

La película se estrenó en 1969, apenas un año después de Hasta el viento tiene miedo, así que los sustos no tardaron en llegar de nuevo al cine con este filme de terror gótico que también fue dirigido por Carlos Enrique Taboada.

La cinta narra los comportamientos extraños de Silvia, la hija de un hombre rico. Todo comienza cuando la familia se muda a una mansión en el campo.

Entonces Silvia le cuenta a su institutriz que tiene un amigo llamado Hugo, quien en realidad es una estatua de un niño que sostiene un libro. La casa comienza a ser habitada por presencias paranormales, relacionadas con la magia negra.

Veneno para las hadas

“Yo no soy como tú me ves, no soy una niña, soy una bruja”, dice Verónica en este filme de 1986.

Fue la película más premiada de Carlos Enrique Taboada, relata las historias de dos niñas: Verónica, quien ha crecido con leyendas de brujas y ella misma se imagina como una; y Flavia, quien es hija de una familia adinerada y escéptica a esos cuentos.

A través del filme vemos una serie de extrañas coincidencias que parecen relacionarse con la magia negra y un misterioso veneno para las hadas (enemigas de las brujas), una poción con piel de serpiente, sapo, lagartija, arañas y tierra de cementerio.

Más negro que la noche

En 1975, Carlos Enrique Taboada vuelve al género de terror con esta cinta que cuenta la historia de una joven que hereda la mansión de una tía lejana que solo vive con su gato y su ama de llaves.

De acuerdo con la sinopsis oficial, después de la muerte de la tía Susana, su sobrina Ofelia hereda viaja a la casona y se muda con sus amigas bajo la única condición de cuidar a “Becker” un gato negro que describen como “Más negro que la noche”.

La película fue protagonizada por Claudia Islas (Ofelia), Susana Dosamantes (Aurora), Helena Rojo (Pilar) y Lucía Méndez (Marta).

Tía Alejandra

En 1980 Arturo Ripstein presentó una clásica historia de brujería, pero traída a la modernidad, propiamente a la ciudad de México, pues a pesar de ocurrir en un escenario completamente urbano, su historia no se olvida de los clásicos elementos como los conjuros, los hechizos y demás elementos diabólicos que tanto caracterizan a la religión Wicca.

El director no se olvida de introducir a la familia como el núcleo principal del dilema donde los padres y los hermanos resultan ser las víctimas de la tragedia en vez de ser quienes la engendran.

Vacaciones de terror

Esta historia de 1989, puede que no sea de lo mejor del cine de terror, pero sus efectos la hacen parte de este listado. Existe unag que generación que crecimos aterrorizados con esta cinta dirigida por René Cardona III, protagonizada por Pedrito Fernández, Gabriela Hassel y Julio Alemán.

A pesar de su baja producción —y pobres actuaciones— la cinta cuenta con excelentes efectos especiales, además de una historia bastante aterradora.

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