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El ángel de la muerte, la película de Netflix que tiene una oscura historia detrás de la ficción

El filme de Netflix basado en hechos reales, explora el caso del enfermero Charlie Cullen implicado en la muerte de más de 40 personas

Netflix.El ángel de la muerte es el nuevo filme de la plataforma de streamingCréditos: Especial
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Si ya terminaste de ver la serie de Jeffrey Dahmer y no sabes qué sigue, Netflix trae para sus suscriptores un nuevo filme de suspenso con El ángel de la muerte, protagonizada por Jessica Chastain y Eddie Redmayne. La película basada en hechos reales relata la historia de Charlie Cullen, un enfermero que confesó haber matado a más de 40 pacientes.

El ángel de la muerte de Netflix es una cautivadora película de intriga basada en hechos reales, una enfermera sospecha que uno de sus compañeros de trabajo es responsable de la muerte de varios pacientes y pone en riesgo su propia vida para descubrir la verdad.

De acuerdo con la crítica de cine, la propuesta de El ángel de la muerte es adictiva porque se ha concebido desde el guion de Krysty Wilson-Cairns como un thriller trepidante. Bajo la dirección de Tobias Lindholm nos adentramos en la historia de Amy Loughren (Jessica Chastain) y Charlie Cullen (Eddie Redmayne).

El ángel de la muerte: sinopsis de la película de Netflix

La historia narra la vida de Amy Loughren, una enfermera compasiva y madre soltera que tiene una grave enfermedad cardiaca, llega a su límite físico y emocional debido a los difíciles y demandantes turnos nocturnos de su trabajo en cuidados intensivos.

Pero pronto conocerá a Charlie Cullen un enfermero considerado y empático que se incorpora a su unidad y le ofrecerá su ayuda. Mientras comparten largas noches en el hospital, se crea una fuerte amistad y, por primera vez en años, Amy tiene fe en sí misma y en el futuro de sus hijas.

Sin embargo, en el hospital empiezan a ocurrir una serie de misteriosas muertes de pacientes y Amy cree que Charlie es el responsable y se ve obligada a poner en riesgo su vida y la seguridad de sus pequeñas para descubrir la verdad. El reparto se completa con la participación de Nnamdi Asomugha, Noah Emmerich y Kim Dickens.

El ángel de la muerte: quién era Cullen en la vida real

Nacido en Nueva Jersey en 1960, Cullen era el menor de ocho hermanos. Su padre era un conductor de autobús que murió cuando él tenía apenas un año y su madre, ama de casa, falleció en un accidente de coche cuando era un adolescente.

Pasó por varios centros médicos en Nueva Jersey, e incluso trabajó un tiempo en Pensilvania donde obtuvo la licencia para ejercer en dicho estado. Se cree que empezó a matar a pacientes desde finales de los 80 hasta principios de los 2000, pero fue en 2003, mientras trabajaba en el Somerset Medical Center en Somerville (Nueva Jersey) cuando se descubrieron sus asesinatos.

Esto fue posible a raíz del hallazgo de una de sus compañeras, la auténtica Amy Loughren, de varios frascos de medicamentos en un contenedor. Tras probarse que el robo era responsabilidad de Cullen, se hicieron las pertinentes pesquisas que revelaron que había inyectado dosis letales de fármacos a varios pacientes del hospital.

El hombre aparentaba ser tímido y familiar y respetado como profesional, pero a raíz de una investigación policial se descubrieron una serie de reclamaciones y sanciones disciplinarias. Finalmente el periodista Charles Graeber investigó su caso y acabó por conocer su infancia de abusos, la pérdida de su madre y la derivación de su mente hacia la compulsión por matar.

Mientras trabajaba en su último hospital, se hizo amigo de otra enfermera llamada Amy Loughren interpretado por Jessica Chastain en filme de Netflix. Pero, tras la muerte de dos pacientes, los detectives comenzaron a sospechar de Cullen. Cuando le enseñaron los documentos que mostraban las sustancias que su compañero administraba, ella enseguida supo lo que estaba pasando.

"Se llevó muchos medicamentos letales que no usarías a menos que quisieras matar a alguien", declaró a CBS en ese momento. Loughren comenzó a recolectar pruebas en el hospital e incluso admitió haber intentado manipular al asesino para que confesara. En 2006 Cullen fue sentenciado a 11 cadenas perpetuas y actualmente cumple condena en la prisión.

 

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