El gobierno de Nueva Zelanda está planeando que las nuevas generaciones de jóvenes dejen de fumar. A partir de 2027, en ese país aumentará la edad mínima para comprar cigarrillos en un año y así cada año. De esta manera, las personas que para ese momento tengan 18 años o menos, no podrán comprar tabaco de manera legal, según la ministra de Salud, Ayesha Verrall.
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¿Por qué Nueva Zelanda va contra el consumo de cigarros?
Nueva Zelanda pretende cortar con la adicción al tabaco en los próximos años, la cual implicará que los jóvenes de la actualidad nunca puedan comprar cigarrillos de forma legal, según la explicación del propio gobierno.
"Queremos asegurarnos de que la gente nunca empieza a fumar [...] A medida que crezcan, ellos y las futuras generaciones no serán capaces de adquirir legalmente tabaco, porque la verdad es que no hay una edad segura para empezar a fumar", argumentó Ayesha Verrall.
Además, el Ministerio de Salud comentó que el gobierno también creará una legislación para restringir los lugares donde se pueden vender tabacos y únicamente permitirá cigarrillos con baja nicotina en el mercado. Lo anterior tiene el objetivo de reducir las probabilidades de que las personas fumadoras se hagan adictas.
Nueva Zelanda va por reducción de riesgos a la salud por tabaquismo
En ese sentido, el nuevo plan mantiene a Nueva Zelanda como un ejemplo de la lucha contra el tabaquismo, con otras acciones como prohibir los patrocinios de marcas de cigarrillos en deportes desde 1990, así como prohibir que se pueda fumar en bares desde 2004.
"Es un día histórico para la salud de nuestra población, fumar todavía es la principal causa de muerte previsible en Nueva Zelanda y causa uno de cada cuatro cánceres", dijo Verrall.
Finalmente, la ministra de Salud señaló que los efectos dañinos derivados del consumo de tabaco recaen de manera específica en las comunidades maorí y del Pacífico, donde el promedio de fumadores duplica el 13.5% del resto de la población.
En ese contexto, el gobierno de Nueva Zelanda espera reducir este porcentaje al 5% para el año 2025 lo que, en la opinión de la ministra de Salud, ahorraría al sistema público 3.6 millones de dólares.
La medida ha sido aplaudida por médicos y expertos en salud. Sin embargo, algunos consideran que esta prohibición creará un mercado clandestino.
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